En una reunión que tuvieron ayer en Doha -la capital qatarí-, los gobiernos de Arabia Saudita, Rusia, Qatar y Venezuela acordaron mantener la producción de petróleo a sus niveles de enero, con el fin de estabilizar el precio del crudo en los mercados internacionales, que se mantiene en sus niveles más bajos desde hace 12 años.

En una conferencia de prensa realizada después del encuentro, el ministro de Energía de Qatar y actual presidente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohamed Saleh al Sada, dijo que la decisión tomada “no sólo beneficiará a los productores y exportadores de petróleo, sino también a la economía global”, muy sensible a las fluctuaciones del precio del petróleo. Al Sada también expresó su deseo de que los demás grandes productores de petróleo, sean o no miembros de la OPEP, “sigan este ejemplo”.

Con ese objetivo, el anfitrión anunció que liderará una ronda de contactos con otros países, que empieza hoy en Teherán junto a representantes de Irán e Irak. Esta reunión será clave, sobre todo porque un rechazo de Irán a la propuesta podría suponer el fracaso del acuerdo. Irán, que es miembro de la OPEP y el rival de Arabia Saudita en la región, prometió aumentar enérgicamente su producción de petróleo en los próximos meses, después de que en enero se levantaran las sanciones internacionales que pesaban sobre su economía.

Luego de conocer el acuerdo, el ministro del Petróleo iraní, Bijan Zanganeh, aseguró que su país no “cederá su cuota” de participación en el mercado petrolero, que “está enfrentando un superávit”, según dijo a la agencia de noticias de su ministerio, Shana. Ayer, el ministro de Petróleo de Venezuela, Eulogio del Pino, afirmó que la participación de Irán es crucial “para estabilizar el mercado”. Además, aseguró que su país “ha estado desempeñando siempre un papel en nombre de la defensa del precio justo del petróleo”.

Por su parte, el ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Ali al Naimi, dijo que congelar la producción “es el inicio de un proceso” de evaluación que continuará en “los próximos meses”, tiempo durante el cual los países implicados decidirán si “necesitan otras medidas para estabilizar y mejorar el mercado”.

“No queremos giros significativos en los precios, no queremos una reducción del suministro [de petróleo], queremos satisfacer la demanda, queremos un precio estable del petróleo. Tenemos que dar un paso a la vez”, agregó, antes de aclarar que ese “precio estable” es el que establezca la oferta y la demanda. En nombre del gobierno ruso, el único de los cuatro que no pertenece a la OPEP, participó el ministro de Energía, Alexander Novak.

La primera reacción ante el congelamiento de la producción de petróleo fue la de Argelia, un país cuya economía depende del crudo y que consideró insuficiente la decisión de la OPEP. El ministro argelino de Petróleo, Sahal al Jebri, volvió a pedir una reducción -no sólo un congelamiento en los valores actuales- de la producción de petróleo para elevar el precio del barril, e insistió en que su país seguirá intentando convencer a los demás miembros de la OPEP de adoptar esa medida. Argelia, así como otros países productores dependientes del petróleo, sufre los efectos de la caída de su precio, que según datos de la agencia Efe bajó 75% en el último año y medio por el exceso de suministro al mercado.