El alto el fuego en Siria, alcanzado hace una semana por Estados Unidos y Rusia, y aceptado por el gobierno de Bashar al Assad y por la oposición, empezó en la medianoche del sábado. La tregua, que duraría dos semanas, no incluye los ataques contra el grupo jihadista Estado Islámico y el Frente Al Nusra, la filial siria de Al Qaeda.

Si no se registran violaciones graves al cese de las hostilidades, la Organización de las Naciones Unidas convocará el lunes 7 de marzo una nueva ronda de negociaciones para una paz definitiva, anunció el viernes el mediador de este organismo para Siria, Staffan de Mistura.

Sin embargo, a dos días de iniciado el cese del fuego, gobierno y oposición ya se acusan de violar la tregua. Los aliados rusos de Al Assad atribuyeron a la oposición nueve ataques, según informó ayer la agencia de noticias Efe, mientras que la Coalición Nacional Siria, principal alianza opositora, denunció 24 transgresiones de las fuerzas gubernamentales, en las que habrían muerto 29 personas. En un comunicado, la coalición explicó que el Ejército sirio y miembros de milicias aliadas arrojaron barriles de explosivos desde helicópteros y dispararon con armas automáticas y artillería en 15 zonas del país.

A pesar de estas violaciones al alto el fuego, el comandante en jefe del opositor Ejército Libre Sirio, Ahmed Jaled Birri, aseguró a Efe que esperarán una semana antes de responder a esas agresiones.