La autoridad que supervisa las fiscalías en Brasil, el Consejo Nacional del Ministerio Público, suspendió una audiencia prevista para ayer, en la que debía declarar el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. La Fiscalía intenta determinar si Lula es el dueño de un apartamento en el estado de San Pablo registrado a nombre de la constructora OAS, involucrada en el escándalo de Petrobras, y sospecha que ese inmueble fue una coima.

El consejo postergó la audiencia hasta que sus integrantes estudien el pedido del diputado Paulo Teixeira, del Partido de los Trabajadores (PT), que argumentó que el fiscal Cássio Conserino prejuzgó en su investigación. Señaló que antes de interrogar a Lula el funcionario ya había anunciado a la prensa que iba a acusar al ex presidente y a su esposa, Marisa Letícia, por lavado de dinero y por ocultar patrimonio, informaron las agencias de noticias Efe y Reuters. La defensa de Lula niega que alguno de los dos haya sido propietario de ese apartamento.

Aunque la audiencia fue suspendida, se reunieron ante la sede del Ministerio Público de San Pablo manifestantes a favor y en contra de Lula, que de un lado a otro de la valla que los separaba se insultaron y se tiraron botellas, huevos, frutas y piedras. También se enfrentaron con la Policía, que les respondió con gas pimienta.