Aprovechando la salida del ex ministro de Asuntos Exteriores Laurent Fabius, el presidente francés, François Hollande, reestructuró una parte de su gabinete: volvió a incluir a quienes podrían ser sus aliados en las elecciones de 2017, pero mantuvo afuera al sector del Partido Socialista que es crítico con su gobierno.

El nuevo canciller de Francia es Jean-Marc Ayrault, que fue primer ministro durante los dos primeros años del gobierno de Hollande. Ayrault, quien contaba con muy baja popularidad, fue sustituido en 2014 por la figura joven y renovadora del actual primer ministro, Manuel Valls. Su designación en la cancillería respeta la tradición francesa de poner al frente de esa cartera a políticos que han ocupado cargos de gobierno. “Al frente de la diplomacia francesa es necesario que haya responsables que tengan experiencia y que ya hayan ejercido puestos de responsabilidad”, dijo ayer Valls, mientras los medios franceses ya hablaban de una presunta mala relación entre ambos.

Pero además de Ayrault, en el gabinete volverá a haber presencia de Los Verdes. Quienes ingresan son la hasta ahora secretaria nacional del partido Europa Ecología-Los Verdes, Emmanuelle Cosse, y los diputados Jean-Vincent Placé y Barbara Pompilio. Estos últimos representan el ala más moderada de Los Verdes, cuya líder en el Parlamento, Cécile Duflot, es una firme opositora del gobierno de Hollande. El ingreso de estas personalidades ecologistas en el Ejecutivo podría profundizar las diferencias entre ambos sectores verdes, indicó ayer la agencia de noticias Efe.

Además, Hollande dio ingreso al gabinete al líder del Partido Radical de Izquierda, Jean-Michel Baylet. Sin embargo, no hubo cabida para los dirigentes de los sectores del Partido Socialista que han sido críticos con la gestión de Hollande, especialmente con sus medidas económicas y sus medidas contra el terrorismo.

El Elíseo destacó ayer que el nuevo gabinete está conformado por la misma cantidad de hombres y mujeres.

En distintos medios se señaló que al dar ingreso al gabinete a otros partidos identificados con la izquierda, Hollande parece buscar un mayor respaldo y un crecimiento de su popularidad con la vista puesta en los comicios del año próximo. Según los sondeos, Hollande podría ganar las elecciones solamente si consigue el respaldo compacto de la izquierda.