El liderazgo de Donald Trump en las primarias del Partido Republicano corre riesgo a medida que el senador de Texas Ted Cruz conquista más votos. Cruz demostró que es una piedra en el camino de Trump hacia la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos al sumar el sábado el apoyo de dos estados más, en una nueva jornada de elecciones primarias. Cruz ganó en Kansas y Maine, y Trump venció en Louisiana y Kentucky. Con estos resultados, el senador de Texas se consolidó como la única alternativa al empresario, ya que acumula seis victorias frente a las 12 de Trump, cuando todavía faltan las votaciones de 30 estados.

Los demás candidatos republicanos quedaron relegados en todos los estados. El senador de Florida, Marco Rubio, se impuso solamente en Minnesota durante el “supermartes” y en Puerto Rico ayer, y el gobernador de Ohio, John Kasich, no logró ningún triunfo.

Por su parte, Ben Carson renunció a su candidatura el viernes por falta de apoyo -no ganó en ningún estado y su mejor resultado lo tuvo en Alaska, donde apenas pasó el 10% de los votos- y en rechazo al tono agresivo de la campaña de sus rivales. “Para tener opciones en esta campaña necesitás gritar y criticar a los otros. Yo era así, pero en la escuela […] Ahora las cosas que nos afectan son demasiado importantes”, dijo Carson durante la Conferencia de Acción Política Conservadora que se llevó a cabo en Washington.

Después de conocer los resultados en Kansas, y refiriéndose a la situación de Rubio y de Kasich, Cruz opinó: “Lo que tiene que pasar ahora es que haya cada vez menos candidatos”. Después, en una conferencia de prensa en Idaho, insistió en que él es el “único candidato” que le “está ganando a Trump de forma consistente”. Advirtió: “Si nos quedamos los dos solos, le voy a ganar a Donald Trump. Pero tiene que ser los dos solos. Si no, los otros aspirantes estarán aumentando las probabilidades de que Trump sea el nominado”. Finalmente, Cruz pidió a Rubio y a Kasich que “si no pueden ganar las primarias”, se “replanteen” sus candidaturas.

Trump, fiel a su estilo, le pidió directamente a Rubio que retire su candidatura. “Marco Rubio ha tenido una noche muy, muy mala y, personalmente, yo le pediría que abandone la carrera. Creo que probablemente ha llegado la hora”, dijo. “Me encantaría enfrentarme a Ted [Cruz] en un cara a cara, sería divertido”, agregó.

Ni Cruz ni Trump son queridos en el seno del Partido Republicano, que, en cambio, apuesta a Rubio, un candidato más moderado y afín al establishment político.

La batalla de los candidatos republicanos, y del propio partido, contra Trump empezó hace unas pocas semanas, cuando se dieron cuenta de que el empresario tenía oportunidades reales de quedarse con la presidencia de Estados Unidos. Por esta razón Cruz, Rubio y Kasich sorprendieron cuando aseguraron el viernes, en el debate republicano, que si Trump gana la nominación para competir en noviembre contra el candidato que surja de las primarias demócratas lo apoyarían, aunque de “mala gana”. Durante las dos horas anteriores, los tres aspirantes atacaron al empresario por su falta de honestidad, de credenciales políticas y por ser “poco conservador”.