“Lo primero que tenemos que hacer es reconocer que no estamos bien, aunque nos duela, aunque cueste, [...] la brecha entre la Argentina que tenemos y la que debería ser es enorme”, leyó Macri, en un discurso que tuvo fuertes críticas al gobierno anterior, en el que describió una “herencia” muy negativa, pero no perdió su tono optimista. “Somos mejores que esto”, “es momento de unir a los argentinos” y “juntos podemos” fueron algunas de sus frases positivas. Macri dijo que encontró un país con una cantidad “inaceptable” de argentinos en la pobreza, “instituciones sin credibilidad” y “un Estado enorme”, que está “plagado de clientelismo, despilfarro y corrupción” y que tiene “dificultades para resolver sus principales responsabilidades”. A esto se suma “la corrupción, la desidia y la incompetencia”, aseguró, en un discurso en el que mencionó 12 veces la palabra “corrupción”, según la transcripción disponible en la página web del diario La Nación.

El presidente se refirió a una mayor presencia del narcotráfico en Argentina y dijo que el sistema de defensa del país “está desatendido”. Agregó: “Será una tarea de la Justicia investigar si esta situación que recibimos fue fruto de la desidia o la incompetencia, o de la complicidad”. Además, criticó el modelo de desarrollo del gobierno anterior -que llevó a los argentinos “a la pobreza y a la exclusión”- y dijo que recibió “un Banco Central en crisis”.

En otro momento del discurso, afirmó que durante “años” el Estado “ha mentido sistemáticamente” y que Argentina se encuentra en “una delicada situación fiscal, una de las peores de las últimas décadas, por la irresponsabilidad e incompetencia de la anterior gestión”. Esto pese a que durante los gobiernos kirchneristas Argentina vivió “uno de los momentos de mayor presión tributaria de la historia”, señaló.

“El Estado gastó más de lo que podía”, dijo, y lo vinculó con una inflación que en la última década tuvo “un promedio anual arriba del 20%”.

Afirmó que el gobierno de Fernández utilizó al Banco Central “para financiar el gasto público”, y que para esto emitió moneda y utilizó reservas. “La inflación existe porque el gobierno anterior la promovió, ya que creía que era una herramienta válida de la política económica”. Esta última frase recibió como respuesta gritos desde las bancas, que la presidenta del Congreso, la vicepresidenta Gabriela Michetti, intentó callar: “Silencio, por favor. Vamos a respetar al presidente”. Una diputada gritó desde la bancada kirchnerista: “¡Que respete al pueblo”. Macri respondió: “Hay que respetar el voto democrático, señores, hay que respetar el voto de la democracia”. El presidente hizo silencio por un instante -mientras los gritos continuaban- antes de retomar su discurso.

Ése no fue el único momento de tensión en el Congreso. Otro se generó cuando Macri habló de los 40 años del golpe de Estado, que se cumplen el jueves 24. “Aprovechemos este año para gritar todos juntos: nunca más a la violencia institucional y política”, dijo, y tras unos aplausos iniciales se escucharon gritos de fondo. Michetti volvió a pedir silencio, y el diputado de La Cámpora Andrés Cuervo Larroque se acercó al escritorio central, desde el que estaba hablando Macri, y dejó una foto de la mujer herida con balas de goma durante la represión de la Policía de una protesta en La Plata, en diciembre. La foto quedó sobre el escritorio hasta que la tomó el presidente de Diputados, Emilio Monzó, que la puso boca abajo.

Los rumores de fondo se mantuvieron en buena parte del discurso, que duró una hora. Los diputados y senadores del Frente para la Victoria habían decorado sus escritorios con carteles. “Basta de despidos”, “Gobiernan las empresas” o “No hipoteques el futuro”, se leía en algunos. Los dos últimos se referían a un tema que Macri también mencionó en el discurso: las negociaciones con fondos buitres. El gobierno alcanzó un preacuerdo con varios de estos acreedores, pero para poder comprometerse a pagar tiene que conseguir que el Congreso derogue dos leyes del gobierno de Fernández que se lo impiden. “Dependerá de este Congreso” si se logra el acuerdo, dijo Macri, y agregó: “Confío en que va a primar la responsabilidad sobre la retórica y que juntos vamos a construir los consensos necesarios”.

Otras versiones En su discurso ante el Congreso, Mauricio Macri mencionó que el fiscal que investigaba el atentado contra la AMIA, Alberto Nisman, murió hace un año “en circunstancias que todavía son inciertas”. La investigación que lleva adelante la Justicia todavía no determinó si Nisman se suicidó o fue asesinado, pero ayer hubo novedades acerca del expediente judicial. La jueza Fabiana Palmaghini, que lo tenía a su cargo, se declaró incompetente y decidió enviarlo a la Justicia federal. Uno de los motivos de esta decisión fue la posibilidad de que se hubiera cometido un delito federal vinculado con la contaminación de pruebas.

Además, Palmaghini pidió que se investigue a la fiscal Viviana Fein, que trabajó en este caso, para determinar si esta funcionaria dejó fuera del expediente parte de la información que brindó el ex espía Antonio Jaime Stiuso cuando testificó hace un año. La jueza tomó esta decisión después de escuchar ayer una segunda declaración de Stiuso. Según informó la agencia estatal Télam, Palmaghini dejó constancia de que dos testimonios de agentes de inteligencia, Carlos Moro Rodríguez y Stiuso, “contextualizan el deceso” de Nisman “en la actividad funcional que aquél desarrollaba y, particularmente, en un acto homicida”.