Abandonar la Unión Europea (UE) podría costarle a la economía de Reino Unido unas 100.000 millones de libras esterlinas, aproximadamente 145.000 millones de dólares, y la pérdida de 950.000 empleos desde hoy hasta 2020, según un estudio realizado por la Confederación de la Industria Británica (CBI, por su sigla en inglés). De acuerdo con la gremial empresarial, el “Brexit” (como se le llama a la posible salida de Reino Unido del bloque) causaría un grave impacto en la economía británica, independientemente de la posibilidad de negociar nuevos acuerdos comerciales que pueda acordar con los que serían sus ex socios europeos.
En un comunicado publicado el lunes 21, Carolyn Fairbairn, directora general de CBI, destacaba que “este análisis muestra muy claramente por qué una salida de la UE sería un golpe real para los niveles de vida, empleos y crecimiento”. Para CBI, los eventuales ahorros que generaría dejar de contribuir al presupuesto europeo y de permanecer “atados” a las diferentes regulaciones del bloque serían “muy sobrepasados” por el impacto negativo que tendrían la caída del comercio y la inversión con los demás países del bloque. “Aun en el mejor de los casos esto provocaría un fuerte impacto para la economía de Reino Unido”, agregó Fairbairn.
En el mismo sentido la consultora PwC estimó que, en caso de que la ruptura con la UE fuera acompañada de un acuerdo de libre comercio con el bloque, el impacto económico se reduciría, pero de todas maneras sería de 3% de su Producto Interno Bruto. Según esos escenarios, los ingresos promedio de los hogares británicos serían entre 2.100 y 3.700 libras inferiores en 2020, mientras que la tasa de desem- pleo podría aumentar entre 2% y 3%, por lo que estarían en riesgo unos 950.000 puestos de trabajo.
El análisis sostiene que el crecimiento económico se reduciría entre 2017 y 2020, y no se descarta que fuera nulo en 2017 o 2018. De acuerdo con PwC, la economía británica se recuperaría con el tiempo, pero nunca volvería a la senda de lo que podría haber sido si se hubiera mantenido dentro del bloque. “Dejar la Unión Europea llevaría a una economía más paupérrima en 2030”, afirmó el analista de PwC Andrew Sentance, quien agregó que el Brexit conllevaría “tres grandes golpes” para Reino Unido: mayor incertidumbre, un shock negativo para el comercio y las inversiones, y una fuerza laboral reducida por la inmigración.
Sentido del deber
Los británicos votarán sobre su permanencia en la UE en un referéndum el 23 de junio. Para esa instancia, los sondeos de opinión muestran que 40% de los británicos quieren un Brexit, 40% quiere seguir en la UE y 20% se muestra indeciso. En medio de profundas divisiones dentro del Partido Conservador, por primera vez el primer ministro David Cameron, que defiende la opción de mantenerse en el bloque europeo, admitió que tiene “miedo” a perder el referéndum. Según el diario The Independent, la principal preocupación de Cameron es que la participación en el referéndum sea baja, lo que podría beneficiar a los partidarios del Brexit.
El viernes 18 de marzo, el ministro de Trabajo y Pensiones, Ian Duncan Smith, presentó su dimisión en protesta por los indefendibles recortes en las prestaciones a personas con discapacidades que se incluyeron a iniciativa del ministro de Finanzas, George Osborne, en el presupuesto presentado el miércoles 16. La dimisión de Smith supone un golpe fuerte a Cameron, y según varios analistas consultados por la BBC tienen como trasfondo una maniobra relacionada con las disputas internas en el Partido Conservador por la campaña para el referéndum. Smith es uno de los ministros que más defendieron públicamente la salida de Reino Unido de la UE, y se especulaba con la posibilidad de que Cameron prescindiera de él después de la votación del 23 de junio. La dimisión, si bien elimina a un disidente en las filas tories, supone una controversia más en el oficialismo a tan sólo tres meses del referéndum.