Los líderes de la UE se reunieron ayer con Turquía para dar un impulso a un nuevo plan que frene la llegada de refugiados al territorio del bloque. El encuentro se llevó adelante en dos partes: durante el almuerzo, el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, presentó a los líderes europeos el plan que propone su país y luego, durante la cena, los 28 representantes se reunieron solos para evaluar la iniciativa turca y tomar otras medidas contra la crisis.

La semana pasada, Turquía aceptó acoger a los “inmigrantes económicos” -aquellos que no necesitan protección internacional y, por eso, no tienen derecho a asilo- que se encuentren en Grecia y que no sean sirios, y a las personas que hayan sido rescatadas en aguas turcas. La nueva propuesta que Davutoglu llevó ayer a Bruselas es una versión más amplia, por la que también serán recibidos los sirios, siempre y cuando la UE habilite vías legales para su traslado.

Sin embargo, Turquía no aceptará en su territorio a todos los inmigrantes que la UE le devuelva si no se cumplen algunas exigencias. La primera condición que impone es duplicar, para 2018, los 3.000 millones de euros que la UE le prometió en octubre para atender a los más de dos millones de refugiados que acoge en su suelo. La segunda, y una de las que generaron más reticencias entre los estados miembros, es la de agilizar el proceso de adhesión al bloque europeo. Cuando Davutoglu llegó a Bruselas, de hecho, dijo que su presencia en esta “segunda cumbre bilateral, en los últimos tres meses”, demuestra “lo indispensable que es Turquía para la UE y la UE para Turquía”. Por último, Turquía pide acelerar la eliminación de visados para los ciudadanos turcos que viajen a Europa.

Unas horas antes de que Davutoglu expusiera su plan en Bruselas, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, criticó a la UE por no haberle entregado todavía los 3.000 millones de euros que prometió el año pasado. “Dijeron: les vamos a dar 3.000 millones de euros de ayuda. Han pasado cuatro meses y todavía no nos han dado nada”, reclamó Erdogan a la prensa local durante un congreso en Ankara. “Espero que Davutoglu regrese con el dinero”, agregó. Pero el primer ministro turco, en su reunión mano a mano con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, habló de todo menos de las cuentas pendientes.

Al salir de esta reunión, Schulz contó que abordaron “elementos preocupantes”, como la cuestión kurda y el caso del diario opositor Zaman, que desde el viernes está controlado por el gobierno de Erdogan por sus posturas críticas. “Tuve un intercambio de puntos de vista muy abierto con el primer ministro, que se mostró disconforme. No es una sorpresa”, dijo Schulz. Sin embargo, para el líder europeo, la cooperación de Turquía es necesaria más allá de los “desacuerdos” que puedan tener desde el bloque. “Podemos estar en pleno desacuerdo con el gobierno turco, pero aun así hay que ayudar a los refugiados sirios en el territorio de Turquía”, dijo Schulz.

Antes de que comenzara la cumbre, varios representantes europeos dieron pistas sobre las medidas que debatirían durante la cena. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, dijo que asistía a la cumbre para intentar reducir los flujos de refugiados hacia Europa, acelerar los traslados entre países y “combatir las redes de traficantes”, sobre todo en su país, uno de los más afectados por el masivo flujo de personas. También recordó que la crisis de los refugiados no es un asunto de un solo país, sino “un problema común” que necesita una “solución europea”. La canciller alemana, Angela Merkel, expresó por su parte el deseo de reducir los flujos de inmigrantes irregulares en todos los países y no sólo en unos pocos. “Esto incluye a Grecia”, aclaró. También dijo que el control de la situación “sólo es posible” en cooperación con Turquía.

El presidente francés, François Hollande, dijo que el nuevo plan que tienen en mente en Europa para responder a la crisis de los refugiados es “fácil de enunciar pero difícil de poner en marcha”, y subrayó la necesidad de una “solidaridad especial” con Grecia. El primer ministro británico, David Cameron, anunció a su turno que Reino Unido aportará un buque de desembarco anfibio para ayudar a la OTAN a frenar la actividad de las bandas dedicadas al tráfico de personas en el mar Egeo.