Las páginas web de Folha de São Pablo y O Globo informaron que la Fiscalía de San Pablo pidió la prisión preventiva de Luiz Inácio Lula da Silva, a quien acusa de lavado de dinero y ocultamiento de patrimonio. Según O Globo, la Fiscalía considera “imprescindible” esta medida para evitar que el ex presidente “movilice su ‘red’ violenta de apoyo para evitar que el proceso criminal que se está iniciando siga su curso natural”.

En los últimos días el Partido de los Trabajadores (PT) y el gobierno buscaron la mejor forma de proteger a Lula ante las acusaciones, y según varios medios brasileños, el gobierno quiere que Lula asuma como titular de un ministerio. De esta forma, no sería juzgado por la Justicia común, sino que las investigaciones en su contra deberían pasar por el Supremo Tribunal Federal. Varios senadores y diputados manifestaron su acuerdo con esta posibilidad porque consideran que Lula es un “perseguido político”.

Esto ocurre mientras se espera un fin de semana cargado para el gobierno. Mañana es la Convención Nacional del principal aliado del PT, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), y según informó O Globo, ayer el presidente de ese partido, que es el vicepresidente de Brasil, Michel Temer, se reunió con el ministro de Presidencia, Jaques Wagner, y le dijo que habrá un distanciamiento del PMDB respecto del gobierno, aunque no supo adelantar qué tan profundo sería. Ayer el presidente del Senado, Renan Calheiros, otro peso pesado del PMDB, llamó a su partido a tener responsabilidad en tiempos de dificultades.

Además, el domingo están previstas movilizaciones para reclamar el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff. Pese a que el gobierno lo desaconsejó, algunas filiales estaduales del PT convocaron para ese día marchas a favor del gobierno y de Lula.