Amnistía Internacional advirtió que 46.000 personas quedaron “atrapadas” en condiciones “miserables” en Grecia tras el cierre de fronteras dictaminado por la mayoría de los países europeos. Estas personas están “en un estado constante de miedo e incertidumbre”, dijo el director de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central, John Dalhuisen.

En este contexto, el papa Francisco visitó Lesbos, la isla griega por la que han entrado miles de estos migrantes. El papa volvió al Vaticano acompañado por 12 refugiados, entre ellos seis menores, que pertenecen a tres familias distintas. En un comunicado emitido después del regreso del papa de la isla, el Vaticano informó que Francisco quiso “dar un signo de acogida a los refugiados”.