A fines de marzo Casanello había dicho que la ex presidenta argentina no estaba vinculada con esta causa, en la que se investigan supuestos envíos de dinero al exterior por parte de Báez. El viernes compareció a declarar Fariña, que trabajó junto a Báez y que está preso, en el marco de otra causa, por evasión fiscal.

El empresario ya hizo declaraciones contradictorias sobre su trabajo con Báez. Hace casi tres años salió en el programa de Jorge Lanata, Periodismo para todos, y contó cuáles eran, según su versión, las maniobras mediante las cuales se lavaba el dinero de Báez, y con las que él colaboraba. Después lo negó: “Querían ficción y les di ficción”, dijo a los medios. Desde el entorno de Báez lo catalogaron de delirante, mentiroso e inepto. Poco después fue preso por evasión fiscal y lavado de dinero.

Hace algunas semanas Fariña habló, desde la prisión, con el diario Perfil y con Lanata. En los dos casos le pidió perdón al periodista por haber negado las declaraciones que hizo en su programa y además reconoció que había participado en este como una forma de extorsionar a Báez, con quien mantenía una fuerte discusión por plata en ese momento. “Ahora mi mejor estrategia es decir la verdad”, le dijo Fariña esta vez a Lanata en Canal 13.

El viernes Fariña compareció ante el juez Casanello como arrepentido, una figura legal que permite obtener protección policial y una eventual reducción de pena a cambio de decir lo que se sabe. El contenido de su declaración no fue revelado debido a que se dispuso que fuera secreta, pero el diario La Nación la reconstruyó en base a dos fuentes cuyas identidades mantuvo en reserva. Según la versión que publicó el diario, Fariña dijo que el ex presidente Néstor Kirchner armó una estructura de corrupción en la que se desviaba dinero del Estado por medio de los contratos de obra pública con sobreprecio.

En paralelo

El juez Sebastián Casanello también tiene a su cargo la investigación sobre Mauricio Macri y la presunta “omisión maliciosa” de los datos de las empresas offshore en sus declaraciones juradas. El viernes se sumó un segundo fiscal, Sergio Rodríguez, titular de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, que sugirió al fiscal del caso, Federico Delgado, que solicite información a distintos organismos argentinos. El mismo viernes, Casanello ordenó que se lleven adelante algunas de las peticiones presentadas por Delgado. Según la prensa argentina, hoy comparecerán ante el juez los primeros testigos de la causa.

Sin embargo, Fariña dijo, según publicó La Nación, que Fernández estaba al margen de esto y sólo se enteró después de enviudar. En otra parte de su declaración, reconstruida tanto por La Nación como por Clarín, Fariña dijo que al principio del segundo gobierno de Fernández la embajada de Estados Unidos le avisó a la presidenta que Báez estaba enviando dinero al exterior. Fernández convocó a Báez y le exigió que dejara de hacerlo o disminuiría la cantidad de contratos públicos que le atribuía. A la salida del encuentro, Báez le contó esto a Fariña y le pidió que a partir de ese momento fueran más discretos con los envíos de dinero al exterior, que, según el relato del arrepentido, se hacían a través de aeropuertos uruguayos.

Fariña dijo que él no estuvo en las reuniones entre los ex presidentes y Báez, y que tampoco estuvo involucrado en la mayoría de las gestiones. Dijo que la mayor parte de la información que tenía le llegaba por los cuentos de Báez.

Fariña no lo dijo, pero según las diputadas Elisa Carrió y Margarita Stolbizer, que impulsaron varias denuncias relacionadas con este caso, el dinero volvía mediante contrataciones ficticias que hacía Báez con sus empresas en los inmuebles y hoteles de los Kirchner. Con este argumento, Stolbizer anunció que pedirá que se unan la causa en la que declaró Fariña y otra que investiga esos hoteles, para “ver de manera completa el circuito del dinero”.

Después de la declaración de Fariña, el fiscal del caso decidió pedir la imputación de la ex presidenta, del ex ministro De Vido, del ex titular del Banco Central y de la Nación Juan Carlos Fábrega y del financista Ernesto Clarens, que también estaría involucrado en esta trama. Como la solicitud no se publicó todavía, se desconoce qué tan involucrada cree Marijuán que está la ex presidenta; esto podría marcar la diferencia entre que sea investigada por lavado de dinero o por encubrimiento, por ejemplo.

Sumando fuerza

La imputación de Fernández generó reacciones dentro del kirchnerismo. “Hay un ánimo de revanchismo”, dijo el jefe de la bancada de diputados del Frente para la Victoria, Héctor Recalde, y aseguró que la imputación no tiene “ningún sustento jurídico”. Agregó: “Son imputaciones fáciles con pruebas que no existen. Es una persecución”. Por su parte, el senador Juan Manuel Abal Medina dijo que “involucrar a un ex presidente” en una causa judicial sin tener pruebas plenas “no es muy sano para Argentina”.

Otros dirigentes, como el intendente de Resistencia y ex jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y la diputada Juliana di Tullio, dijeron que se trata de una persecución judicial que busca atenuar el impacto social de la revelación de las las sociedades offshore del presidente Mauricio Macri.

A partir de esta imputación a la ex presidenta se reforzó la convocatoria a una movilización el miércoles, cuando Fernández tendrá que declarar en otra causa judicial, bajo el lema “Todos con Cristina”.

Sospechas sobre Scioli

El gobierno de la provincia de Buenos Aires, encabezado por María Eugenia Vidal, presentó ocho denuncias penales por presuntos actos de corrupción durante la gestión de su antecesor, Daniel Scioli. La denuncia apunta a que se pagaron sobreprecios en la compra de medicamentos y a supuestas estafas y prestaciones médicas falsas en el Instituto Obra Médico Asistencial, con el fin de desviar dinero.

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