Bajo un régimen de prisión preventiva, hoy declarará ante la Justicia el ex secretario de Transporte de Argentina Ricardo Jaime, que se entregó a la Policía el sábado, después de que el juez Julián Ercolini pidiera su detención en el marco de una investigación sobre corrupción.

En 2005, durante el gobierno de Néstor Kirchner, Jaime era el responsable de la secretaría de Transporte, que dependía del Ministerio de Planificación Federal. En ese entonces Argentina compró material ferroviario usado a empresas de España y Portugal, para utilizarlo como repuesto para una modernización ferroviaria.

Según Ercolini, el Estado pagó sobreprecios y comisiones con una “desproporción exorbitante”. Esto “hace presumir que grandes sumas de dinero fueron sustraídas de la esfera de la administración pública por los funcionarios a quienes fueron confiadas”, los cuales “justamente debían proteger el patrimonio estatal”. Además, agregó, las adquisiciones no eran idóneas “para la finalidad perseguida”.

Gran parte de los desvíos, según la investigación judicial, fueron recibidos por la empresa Controles y Auditorías Especiales de Argentina SA, que fue designada por la secretaría de Transporte para asesorar en esta compra. En el marco de la investigación también fue detenido Manuel Vázquez, que, además de haber sido uno de los principales asesores de Jaime, estaba vinculado a esta empresa. Según Ercolini, Vázquez “obtuvo beneficios para sí”.

Jaime fue condenado en tres juicios distintos por su actuación como secretario de Transporte entre 2003 y 2009: por haber intentado robar pruebas durante un allanamiento en su casa, cuando se lo investigaba por presunto enriquecimiento ilícito, y por haber recibido coimas de empresas a las que debía controlar, informó la agencia de noticias pública Télam. Ninguna de las penas de prisión ha sido efectivizada todavía. Además, en diciembre fue condenado a seis años de prisión por su responsabilidad en el accidente de 2012 en la estación de Once.

El abogado de Jaime, Andrés Marutián, dijo que se hace un manejo político de la causa actual y consideró excesiva la decisión de detenerlo, porque el ex funcionario se ha presentado ante la Justicia cuando se le solicitó. Antes de entregarse a la Policía, Jaime dijo que no cometió “ningún delito” y se declaró “dispuesto a dar todas las explicaciones que correspondan”.

En declaraciones a la prensa, políticos kirchneristas mostraron su respaldo a la actuación de la Justicia. El jefe de diputados del Frente para la Victoria, Héctor Recalde, dijo que “aquel que metió la mano en la lata […] tiene que ir en cana, sobre todo si fue funcionario”.