Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la contracción de 0,5% que experimentó el Producto Interno Bruto (PIB) regional en 2015 continuará en 2016 y se espera que alcance un promedio de 0,6%. El cambio en las proyecciones dan cuenta de un entorno global aun más difícil que el que se aguardaba, en el que se mantiene el bajo crecimiento de los países desarrollados, se observa una fuerte desaceleración en las economías emergentes, en particular en China, y una creciente volatilidad y mayores costos en los mercados financieros, además de los bajos precios de las materias primas, sobre todo en los hidrocarburos y minerales.

Para los países de la región, el organismo de Naciones Unidas destaca que se aprecia una mayor debilidad de la demanda que la que se aguardaba hace unos meses, en particular, en la inversión doméstica que acompaña la desaceleración del consumo.

Dentro de la región, la CEPAL destaca que existen “marcadas diferencias entre países y subregiones”. Mientras que para las economías de Centroamérica se espera una tasa de crecimiento de 3,9%, que de todas maneras es inferior a la registrada en 2015 (4,3%), para las economías de América del Sur, especializadas en la producción de bienes primarios -en particular petróleo y minerales- y con creciente grado de integración comercial con China, se registrará una contracción promedio de 1,9%.

Esta caída está determinada por la fuerte contracción que tendrán Venezuela, Brasil y, en menor medida, Argentina. El PIB de Brasil caerá 3,5%, y el de Argentina lo hará 0,8%, mientras que la economía con la mayor contracción de toda América será la venezolana, que caerá 6,9%. El resto de los países tendrá un comportamiento expansivo o levemente expansivo: Bolivia (4,5%), Perú (3,8%), Colombia (2,9%), Paraguay (2,8%), Chile (1,6%) y Uruguay (0,5%). Por su parte, la economía de Ecuador sufrirá una pequeña contracción de 0,1%.

Según la CEPAL, revertir la actual fase de desaceleración y dinamizar el crecimiento requiere potenciar la inversión e incrementar la productividad para retomar una senda de crecimiento sostenido y sustentable en el largo plazo.

Asimismo, el organismo insiste en la necesidad de “proteger” los avances sociales logrados en años recientes e impedir retrocesos ante el escenario de menor crecimiento económico. Señala que se requieren políticas que sostengan la inversión social y productiva en un marco de “ajustes fiscales inteligentes”. Agrega que se debe procurar la sostenibilidad de las finanzas públicas de la región con políticas que tomen en cuenta el impacto tanto sobre la capacidad de crecimiento en el largo plazo como sobre las condiciones sociales de la población.

En otro informe, la CEPAL señala que la evasión tributaria en la región asciende a 2,2 puntos del PIB en el impuesto al valor agregado (IVA) y 4,1 en el impuesto sobre la renta. La publicación Panorama fiscal del organismo internacional destaca que la desaceleración del crecimiento económico y el deterioro de los términos de intercambio han tenido efectos significativos sobre las finanzas públicas de varios países de la región, lo que ha obligado a realizar ajustes fiscales. En ese marco, recomienda a los gobiernos “proteger y estimular la inversión pública” y fortalecer la institucionalidad contracíclica para reducir en lo posible los nocivos ciclos de expansión y contracción del gasto público. Por eso entiende necesario que si se realizan ajustes fiscales no se rebajen las inversiones.