Los socialistas querían a toda costa formar un gobierno en el que convivieran el partido izquierdista Podemos y el derechista Ciudadanos. Pero Podemos, liderado por Pablo Iglesias, se negó a una propuesta que no fuera íntegramente de izquierda, que sumara también a Izquierda Unida-Unidad Popular. Después de reunirse con Felipe VI, ayer de tarde, Sánchez reconoció: “No cuento con más de 131 escaños [en un total de 350] y, en consecuencia, es insuficiente para hacer frente al bloque del bloqueo; ni puedo ni debo someterme a una nueva investidura”. El dirigente anunció: “[Estamos] abocados a nuevas elecciones”.

Después de analizar la situación con todos los partidos políticos representados en el Parlamento, el rey de España dijo que le transmitió al presidente del Congreso, Patxi López, que no formularía una propuesta de candidato a la presidencia del gobierno porque ninguno cuenta con los apoyos necesarios. Las palabras del rey confirmaron que la vuelta de los españoles a las urnas es casi un hecho. Si antes del lunes no se alcanza un acuerdo con respaldo suficiente, se disolverá el Parlamento y se convocarán nuevas elecciones para el 26 de junio.

Las críticas y acusaciones entre los distintos partidos no tardaron en hacerse públicas. Sánchez responsabilizó a Podemos de haber impedido un gobierno “de cambio y progreso” y acusó a Iglesias de no haber querido “nunca” a un socialista en la presidencia.

Ayer, el PSOE lanzó una última propuesta de gobierno en respuesta a una oferta que hizo la coalición valenciana Compromís el día anterior. La iniciativa del PSOE estaba dirigida a Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida, y preveía que si Sánchez asumiera con ellos como socios políticos, se sometería en dos años a una moción de confianza, por la cual podrían retirarle el apoyo. Ese gobierno liderado por Sánchez contaría con miembros independientes de distintas procedencias, para que todos los partidos estuvieran representados.

La dirección de Podemos, que aboga por un gobierno de izquierda, rechazó inmediatamente la oferta, que incluía al partido de derecha encabezado por Albert Rivera. El domingo, en un acto, Iglesias dijo: “Sé que hay gente del PSOE que se muere de vergüenza por el pacto con Ciudadanos”. Agregó: “A esa gente le vamos a tender la mano siempre, y, si dentro de unos meses hay una coyuntura en la que tenemos que liderar el gobierno del cambio, les tenderemos la mano y les hablaremos de igual a igual”. Finalmente, deseó que los socialistas se “rectifiquen” y “no vuelvan a pactar con los que hasta hace nada llamaban las derechas”.

Ciudadanos tampoco aceptó la propuesta de último momento del PSOE. Rivera dijo ayer en referencia al documento presentado por los socialistas: “He visto tres páginas para gobernar cuatro años entre seis partidos. Con eso está todo dicho”. El dirigente agregó: “No me parece ni siquiera algo a valorar políticamente el último día de plazo”. También Rivera manifestó que su partido se enfocará en las elecciones.

Además, Rivera volvió a criticar a Iglesias y al líder del Partido Popular (PP) y actual presidente en funciones, Mariano Rajoy, por pensar “más en su silla que en España”, y los responsabilizó de que haya que volver a votar. “El rey y algunos hemos cumplido con nuestro papel; otros no lo han hecho”, dijo.

El líder de Izquierda Unida-Unidad Popular Alberto Garzón advirtió que la propuesta del PSOE no es una opción viable. “Si el PSOE rompe su acuerdo con Ciudadanos, estoy convencido de que es posible explorar una alternativa en el último minuto, pero si no lo rompe, ese acuerdo ya ha recibido una mayoría de votos negativos”, dijo el diputado. Por el momento, los socialistas no quieren excluir a Ciudadanos. Si España repite las elecciones en junio, hay conversaciones en curso entre Podemos e Izquierda Unida con miras a presentarse juntos.

Para Rajoy, la culpa de que no se haya formado el gobierno la tiene el PSOE por no haber aceptado el acuerdo que propuso su formación en un principio. “[El PSOE] No solo no quiso acordar, sino que ni siquiera quiso hablar”, dijo Rajoy. Eso “hay que corregirlo para el futuro”, porque es “el abecé de la democracia”, agregó. En su opinión, la coalición que el PP le proponía al PSOE habría transmitido un “mensaje de unidad bueno” a los españoles porque los dos partidos están de “acuerdo” en temas “fundamentales”. Agregó que es una “suerte para España” que no se haya conformado un gobierno de izquierda.