De acuerdo con la prensa de Brasil, el video de la violación colectiva se filmó el viernes 20 de mayo y comenzó a difundirse en redes sociales a mediados de la semana pasada. Más de 800 personas denunciaron ante el Ministerio Público la difusión del video, que finalmente fue eliminado. Una vez que comenzó la investigación acerca de esas imágenes se ubicó a la joven. Ella declaró ante la Policía Civil (que en Brasil es la encargada de hacer las investigaciones antes de llevarlas ante la Justicia) y dio una entrevista al diario de la cadena O Globo. En ambos casos dijo que había ido a un baile en la favela en la que vive y que se encontró con su novio. Su siguiente recuerdo claro fue el de despertar en un lugar desconocido rodeada de una treintena de hombres, algunos de ellos armados, que se burlaban de ella. Estaba sangrando y dolorida. Recordaba sólo algunos momentos de la violación colectiva. Después fue a su casa, donde vive con sus padres, su abuela y su hijo, de tres años. No contó nada. Su familia se enteró cuando el video empezó a difundirse y lo sucedido tomó estado público.

Desde ese momento se sumaron manifestaciones de apoyo a la víctima y protestas en las calles en repudio a la violencia de género y en particular a la “cultura de la violación” en Brasil, donde, de acuerdo con la organización civil Foro Brasileño de Seguridad Pública, cada 11 minutos una mujer es víctima de algún tipo de agresión sexual.

Como este caso empezó a investigarse a partir de la difusión del video, quedó en la órbita de la Comisaría de Represión de Delitos Informáticos, y a cargo del titular de esa dependencia, Thiers. “Estamos investigando si hubo consentimiento de ella, si ella estaba drogada y si realmente los hechos acontecieron. La Policía no puede comprar la idea de una violación colectiva cuando todavía no sabe si eso sucedió”, dijo el sábado el funcionario.

La abogada de la adolescente, Eloísa Samy, pidió a la jueza del caso, Ângela Costa, que retire a Thiers de la investigación y que esta quede a cargo de la Comisaría de Protección de Víctimas Infantiles y Adolescentes. “Durante la declaración de la víctima hizo preguntas que claramente intentaban culparla por la violación. Le llegó a preguntar: ‘¿Tenés el hábito de participar en relaciones sexuales grupales?’”, dijo Samy a BBC Brasil. La Policía Federal, consultada por esa cadena, dijo que se le hizo esa pregunta a la víctima porque en internet hay un video de sexo grupal en el que se ve a alguien que parece ser ella. La adolescente lo negó.

Samy también criticó que Thiers no haya pedido la prisión preventiva para los cuatro de los jóvenes que se sospecha que o bien participaron en la violación o bien estuvieron vinculados con la filmación y la difusión del video.

Además de la abogada, organizaciones que defienden los derechos de las mujeres protestaron por cómo se está llevando adelante la investigación. “En el video se ve claramente que ella no estaba en condiciones de manifestar su voluntad”, dijo la directora de la organización civil por los derechos de las mujeres Artemis. “Es claro que ella está dopada. Eso por sí solo ya está tipificado en el Código Penal como violencia sexual […] ya hay indicios suficientes para pedir la prisión preventiva de los sospechosos”, dijo a medios brasileños. A las críticas por la actuación de Thiers se sumó la diputada estadual de Río de Janeiro Martha Rocha, que fue jefa de la Policía Civil del Estado.

No fue la única política que se pronunció sobre el caso; también lo hizo la presidenta suspendida Dilma Rousseff. En varias publicaciones de Facebook la mandataria expresó su solidaridad con la víctima y repudió la violencia contra las mujeres. “Es inaceptable que delitos como este sigan sucediendo […] Debemos identificar y castigar a los responsables”, aseguró.

Por su parte, el presidente en funciones, el vicepresidente Michel Temer, que eliminó el Ministerio de Mujeres, rechazó con “absoluta vehemencia” esta agresión y anunció que el gobierno provisorio creará una comisaría en la Policía Federal que se encargue específicamente de los delitos cometidos contra las mujeres.