La competencia para llegar a la Casa Blanca se corre entre tres y la candidata que tiene más para perder es Hillary Clinton. Aunque lidera las internas demócratas con una amplia ventaja sobre el senador Bernie Sanders, podría no llegar a la convención de su partido con los votos ya asegurados para su nominación oficial como candidata a la presidencia de Estados Unidos.

Falta menos de un mes para que finalice el proceso de elecciones primarias y nada es completamente seguro. Excepto, tal vez, que Donald Trump será el candidato del Partido Republicano, porque se quedó sin oponentes. Aun así, por el momento, ninguno de los candidatos en carrera consiguió el número de delegados suficiente como para ser nominado a la jerarquía de gobierno antes de las convenciones demócrata y republicana.

La situación es más reñida en el caso de los demócratas: un sector presiona a Sanders para que abandone el proceso y permita a Clinton focalizarse en ganarle a Trump, pero el senador insiste en que se mantendrá en la competencia hasta la convención. Lejos de abandonar, el senador consigue nuevas victorias en algunos estados y pone obstáculos en el camino de Clinton, que todavía no alcanza los 2.383 delegados que necesita para ser la nominada.

Trump, en cambio, está más tranquilo. Al ser el único candidato republicano que queda en campaña, la posibilidad matemática de conseguir la nominación oficial es más probable.

Las primarias que se celebraron el martes en los estados de Oregon y Kentucky reflejan bien esta situación. Sanders se impuso con 56% de los votos -frente a 44% que obtuvo su rival- y se llevó la mayoría de los 61 delegados en juego en ese estado del noroeste del país, con una población de tendencia progresista. “Logramos una gran victoria en Washington, acabamos de ganar en Oregon... y ganaremos en California. ¡Me está gustando la Costa Oeste!”, dijo Sanders, después de conocer los resultados.

En Kentucky ganó Clinton, aunque no de manera contundente: las autoridades electorales de ese estado le dieron el triunfo “no oficial”, ya que hubo un empate virtual entre los dos candidatos. La cadena CNN informó que, casi con el 100% de los votos escrutados, la ex secretaria de Estado le ganaba a Sanders por 1.800 votos. Si bien se prevé que el resultado oficial se anuncie antes de que termine la semana, lo más probable es que cada candidato se lleve la mitad de los 55 delegados que brinda ese estado.

Trump, por su parte, tuvo el martes su tercera victoria después de que Ted Cruz y John Kasich abandonaran la carrera. El empresario alcanzó el 66% de los votos (los otros fueron para candidatos que desistieron de la campaña, algo que todavía es posible) y se quedó con la mayoría de los 28 delegados que se repartían en ese estado, lo que lo acerca un poco más a los 1.237 que necesita para lograr la nominación.

Las próximas primarias se celebrarán el 7 de junio. Ese día votarán estados que reparten muchos delegados, como California -el más poblado- y Nueva Jersey. La última prueba será el 14 de junio en Washington DC.

Cerquita

Desde hace semanas las encuestas pronostican que Clinton ganaría la presidencia de Estados Unidos si se enfrentara a Trump en noviembre. Sin embargo, la brecha entre los dos es cada vez más corta. Según el último sondeo, publicado el martes por la cadena NBC News, la ventaja de la candidata demócrata favorita sobre Trump se redujo de cinco a tres puntos en una semana. Clinton tiene 48% de las preferencias frente a 45% del empresario.

El estudio muestra, además, las adhesiones que logra cada uno en distintos sectores del electorado. La diferencia más contundente se percibe en el voto de la comunidad negra: la ex secretaria de Estado le gana al multimillonario 84% a 9%. Entre los hispanos -con los que Trump fue especialmente ofensivo durante toda la campaña-, la distancia es significativa pero menor: de 65% a 28%.

Clinton también es la favorita entre las votantes mujeres, con 15 puntos de ventaja sobre el empresario, que ya no puede dar marcha atrás al discurso misógino que sostuvo en el último año. Según todos los sondeos, Trump genera entre las mujeres un rechazo de alrededor de 70%, que se agudizó cuando hace unas semanas acusó a Clinton de que le lleva ventaja a Sanders en las primarias porque juega “la carta de ser mujer”.

Esta encuesta se suma a otras anteriores que ya marcaban el avance del empresario, un dato que alarma a los demócratas cuando todavía queda medio año para las elecciones presidenciales.