Un atentado en el principal aeropuerto de Estambul, Aerotürk, dejó decenas de muertos y heridos anoche. En las primeras horas el ataque no fue reivindicado por ningún grupo, aunque fuentes policiales indicaron a la agencia turca Dogan que las principales sospechas recaen sobre el jihadista Estado Islámico y no sobre grupos nacionalistas kurdos.
En el aeropuerto hubo dos explosiones y un tiroteo entre los atacantes y policías que estaban en el lugar. Había varias versiones sobre cómo ocurrió el atentado. El ministro de Justicia turco, Bekir Bozdag, dijo que uno de los atacantes comenzó a disparar una Kalashnikov y luego activó el chaleco con explosivos que tenía puesto. Fuentes del Ministerio del Interior informaron que la seguridad del aeropuerto intentó detener a dos hombres sospechosos, uno de ellos abrió fuego con una Kalashnikov, que fue encontrada en el lugar, y después ambos activaron las bombas de sus chalecos. Por su parte, el gobernador de Estambul, Vasip Sahin, dijo que hubo tres suicidas o más y que también hubo ataques en otros dos lugares del aeropuerto: el estacionamiento y la estación del metro que se encuentra en esas instalaciones.
Bozdag y Sahin informaron que el ataque mató a 28 personas, pero unas horas después la agencia de noticias Efe informó, citando al canal de televisión pública de Turquía, TRT, que las víctimas fatales eran 38 y los heridos, 120.
Después del ataque hubo una reunión del primer ministro, Binali Yildirim, con los titulares de carteras vinculadas con la seguridad. Por su parte, el presidente Recep Tayyip Erdogan emitió un comunicado en el que condena “con dureza” el ataque y advierte que “podría haber pasado en cualquier ciudad”.