La Organización de los Estados Americanos (OEA) se pronunció sobre la situación en Venezuela en una sesión que expuso las diferencias entre el secretario general del organismo, Luis Almagro, y algunos de los países que lo integran, en particular Argentina, que ocupa la presidencia rotativa del Consejo Permanente. Por consenso de los 34 países miembros, pese a algunas resistencias, la OEA respaldó la iniciativa de la Unión de Naciones Suramericanas de promover un diálogo entre el oficialismo y la oposición en Venezuela. En la resolución, presentada por Argentina, la OEA expresa “su fraternal ofrecimiento a la hermana República Bolivariana de Venezuela a fin de identificar, de común acuerdo, algún curso de acción que coayude a la búsqueda de soluciones a su situación mediante un dialogo abierto e incluyente”. Según informó la agencia de noticias Efe, varios países hubieran preferido una declaración más dura, pero optaron por emitir una resolución consensuada.

“Alguien lo dijo por ahí y creo que no se repite lo suficiente: los estados somos los dueños del organismo”, dijo el embajador argentino, Juan José Arcuri, presidente del Consejo Permanente, según citó la agencia. A esta aparente alusión a Almagro se sumó la decisión de Arcuri de negarle la palabra, al final de la sesión, a Gonzalo Koncke, el jefe de gabinete del titular de la OEA.

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos Allup, opositor, dijo que esperaba “otra cosa” del gobierno de Mauricio Macri y agregó que la anterior presidenta argentina, Cristina Fernández, “al menos no era hipócrita”. La oposición manifestó su respaldo a Almagro, que ayer insistió con su pedido de que se convoque una sesión para evaluar si hay motivos para aplicar en Venezuela la Carta Democrática.