Se terminó el plazo de 24 horas que tenían los conservadores para presentar las candidaturas a líder de la formación, y la lista cerró con cinco nombres. Los tories deberán votar el 9 de setiembre, antes de la celebración del congreso anual del partido, entre el 2 y el 5 de octubre en Birmingham. Si llegada esa fecha hay más de dos candidatos en carrera, los diputados conservadores votarán hasta que queden sólo dos. La decisión final la tomarán los afiliados al partido. El nuevo líder del Partido Conservador se presentará ante el Congreso para sustituir a Cameron una vez que él renuncie, lo cual está anunciado para octubre, y se espera que cuente con los votos necesarios para sucederlo en el cargo, ya que los conservadores cuentan con mayoría parlamentaria.
La ministra del Interior, Theresa May, y el ministro de Justicia, Michael Gove, son los favoritos para ocupar un sillón que, en principio, ya parecía ganado por Boris Johnson, una de las caras más visibles de la campaña a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) en el referéndum que tuvo lugar el 23 de junio. La situación tuvo un giro inesperado ayer, cuando Johnson anunció que no se presentará a las elecciones internas. El ex alcalde de la capital británica dijo que “luego de consultar” a sus compañeros había “llegado a la conclusión” de que él no era la persona que el país necesitaba para “resetear” la relación con la UE. “Mi papel consistirá en dar todo el apoyo posible al próximo gobierno conservador, para asegurarnos de que cumplimos adecuadamente el mandato que la gente realizó en el referéndum, defender la agenda en la que creo y estar ahí para la gente olvidada de este país”, agregó. Y concluyó: “Si lo hacemos, si invertimos en nuestros niños y mejoramos sus expectativas de vida, si seguimos alimentando los motores de la movilidad social, si continuamos el gran legado de David Cameron, entonces creo que este país puede ganar y ser mejor, más maravilloso y más grande que nunca”.
El anuncio de quien tenía más chances de convertirse en el líder tory tuvo lugar unas horas después de que Gove, que había confirmado su respaldo al ex alcalde y se perfilaba para ser su “número dos”, anunciara su propia candidatura. Los medios británicos aseguran que la inesperada decisión del ministro de Justicia, que fue tomada tan sólo un día antes, impulsó la renuncia de Johnson. “He dicho en varias ocasiones que no quiero ser primer ministro. Esa siempre ha sido mi idea, pero los acontecimientos del jueves [día en que se votó el referéndum] han pesado enormemente”, explicó el ministro en un comunicado. Gove reconoció que quería “ayudar a construir un equipo” junto a Johnson, pero que en los últimos días entendió que el ex alcalde “no puede proporcionar el liderazgo o construir el equipo para las tareas pendientes”. El ministro prometió trabajar por la “unidad” y el “cambio”, según citó la cadena BBC. Gove es uno de los políticos conservadores más euroescépticos e hizo campaña junto con Johnson a favor del brexit. Su anuncio sorprendió, sobre todo, porque se creía que esa dupla tenía el éxito asegurado.
Con su antiguo aliado fuera de la carrera, el reto más difícil para Gove será May, ya que los otros tres candidatos son menos populares y tienen poco respaldo parlamentario. May, que se ganó el apodo de “la nueva Margaret Thatcher” por sus políticas de “mano dura”, anunció su candidatura ayer, en un discurso en el que se presentó como la mejor opción para unificar al partido y al país. “Tras el referéndum de la semana pasada, nuestro país necesita un liderazgo fuerte que nos conduzca en este período de incertidumbre económica y política y que negocie los mejores términos posibles cuando nos marchemos de la UE”, dijo May, quien apoyó la permanencia del país en la UE pero no hizo campaña, por lo que podría revertir la división que sufre su partido. “Brexit significa brexit”, dijo la ministra, dejando claro qué postura adoptará en caso de ser elegida para liderar la transición en la salida del bloque europeo. “La campaña fue reñida, se votó, la participación fue alta y la gente dio su veredicto. No debe haber intentos por permanecer dentro de la UE: ni de volver a unirse por la puerta trasera, ni de realizar un segundo referéndum”, aseguró.
Los otros conservadores que se postularon son Andrea Leadson, secretaria de Estado de Energía; Liam Fox, ex ministro de Defensa; y Stephen Crabb, actual ministro de Trabajo y Pensiones.
No se va
La situación es más complicada en el Partido Laborista. También fragmentado, intenta renovar su dirección encabezada por Corbyn, pero el líder insiste en que no dimitirá. Corbyn mantiene su posición a pesar de que ya renunciaron más de 50 funcionarios de su equipo y de que el martes cerca de 80% de los diputados de su partido votaron en su contra en una moción de confianza no vinculante. Los laboristas que quieren a Corbyn afuera consideran que la única opción para lograrlo es presentar a otro candidato para el cargo y que la primera fuerza opositora de Reino Unido se vea obligada a celebrar elecciones internas. La elegida para enfrentar al dirigente -que ya dijo que se presentará como candidato- fue la diputada Angela Eagle. Hasta el martes ella era la secretaria de Negocios del “gabinete en las sombras” de Corbyn, una especie de Ejecutivo paralelo que suelen conformar los partidos opositores en Reino Unido. Eagle cuenta con el apoyo de 50 diputados, y con ese número de votos a favor sólo necesita anunciar la candidatura para que se abra el proceso de elecciones internas. La diputada iba a hacer el anuncio oficial ayer, pero a último momento lo pospuso. Sin embargo, “todavía está en carrera”, aseguró a la agencia de noticias Efe una fuente cercana a Eagle.
Un diputado laborista dijo ayer al diario The Guardian que el anuncio se postergó para seguir presionando a Corbyn para que renuncie. Según el legislador, “si Angela presenta el reto y pierde, el partido podría romperse de forma permanente”. Un estudio de la Universidad Queen Mary de Londres reveló ayer que Corbyn podría volver a recibir el apoyo mayoritario de los afiliados, y él mismo dijo en reiteradas ocasiones que cuenta con el respaldo que le permita volver a ganar. Los medios británicos sostienen, por otro lado, que el laborista Owen Smith, que renunció como secretario de Trabajo y Pensiones del gabinete de Corbyn, tiene el apoyo necesario para presentar una candidatura, aunque todavía no hizo un anuncio oficial y no se sabe si lo hará.
La presión para que renuncie Corbyn -que tiene historial de euroescéptico- aumentó con la victoria del brexit: un importante sector del partido lo acusa de no haber hecho lo suficiente para defender la permanencia de Reino Unido en la UE.