Nigel Farage, líder del euroescéptico Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) y uno de los principales impulsores del brexit y de la campaña para que su país dejara la Unión Europea (UE), anunció ayer que renunciará a su cargo porque ya logró su objetivo, que era “sacar a Reino Unido de la UE”. “Ahora siento que he hecho mi aporte”, dijo Farage en una declaración que nadie vio venir. “Durante la campaña del referéndum dije: ‘Quiero recuperar mi país’. Ahora lo que estoy diciendo es: ‘Quiero recuperar mi vida’, y comienzo ahora mismo”, agregó.

El UKIP, que tiene un solo escaño en la Cámara de Diputados, deberá elegir a un nuevo líder, aunque muchos expertos consideran que el futuro de la formación puede ser incierto porque ya cumplió con el objetivo de su existencia.

Farage, en cambio, dijo ayer que el futuro es positivo para el UKIP, sobre todo si se tienen en cuenta las crisis de los principales partidos británicos, el Conservador y el Laborista. Además, pidió que se aclaren los términos de la salida británica de la UE, para lo que Reino Unido tiene que invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que marca el comienzo del proceso de negociaciones y fija automáticamente un plazo de dos años. “Voy a observar el proceso de renegociación en Bruselas como un halcón”, advirtió el eurodiputado.

Farage irrumpió con fuerza en la política británica en los últimos años con propuestas como restringir la inmigración, controlar las fronteras e incluso limitar el acceso de los inmigrantes a los servicios públicos británicos, iniciativas que impulsaron el crecimiento del UKIP, favorecido también por la crisis de los refugiados. Farage militó en el Partido Conservador hasta 1992, cuando John Major firmó el tratado que estableció una mayor integración europea. Esa decisión llevó a Farage a formar el UKIP en 1993.

Farage es el tercer político que dimite tras el brexit. Los anteriores fueron el primer ministro, David Cameron, y el comisario europeo de Servicios Financieros, Jonathan Hill. Por otro lado, el ex alcalde de Londres y compañero de Farage en la campaña por el brexit, Boris Johnson, anunció la semana pasada que no se postularía como candidato a liderar el Partido Conservador. Con Johnson fuera de la carrera, la favorita para ocupar el puesto es la ministra del Interior, Theresa May, quien apoyó la permanencia en el bloque europeo.