La decisión que tomó el viernes el Tribunal Constitucional de Austria le da una nueva oportunidad de ganar al candidato del ultranacionalista y euroescéptico Partido de la Libertad, que el 22 de mayo perdió por una diferencia de 31.000 votos. La denuncia por irregularidades formales en el recuento había sido presentada por la formación de extrema derecha en nombre de su líder, Heinz Christian Strache.

Las elecciones “son el fundamento de la democracia, y es el deber primario del tribunal mantener en funcionamiento ese fundamento”, dijo el presidente del Tribunal Constitucional, Gerhart Holzinger, al anunciar la decisión de anular el resultado, que fue tomada con el objetivo de “fortalecer la confianza en el Estado de derecho y en la democracia”. Holzinger informó que el tribunal, mediante el testimonio de más de 90 funcionarios que trabajaron en los centros electorales el día del balotaje, concluyó que hubo irregularidades en el recuento del voto por correo en 14 de los 20 distritos electorales investigados. En esas mesas se abrieron los sobres y se escrutaron los votos antes del plazo establecido y, en algunos casos, sin la supervisión de los delegados de cada partido. El juez agregó que “no fue necesaria una prueba de que haya habido manipulaciones”, ya que las irregularidades constatadas fueron suficientes para invalidar el resultado final.

Hofer dijo el viernes que en las últimas elecciones “hubo espacio para manipulaciones” y que el solo hecho de que hubiera “personas que contaron los votos solas” pone en cuestión todo el proceso. Strache, por su parte, dijo que con la decisión del tribunal “el ganador es la democracia y el Estado de Derecho”. Y agregó: “El ciudadano es el ganador, ya que puede confiar en que cualquier ilegalidad no será aceptada”.

Van der Bellen, líder de Los Verdes, dijo sentirse “muy confiado” en que volverá a ganarle a su rival en la repetición de las elecciones, que, adelantó, se produciría a fines de setiembre o principios de octubre. “Tengo la intención de ganar por segunda vez”, insistió en una conferencia de prensa poco después de que el Tribunal Constitucional anunciara su resolución. “Si pude ganar contra todo pronóstico en mayo, ¿por qué no voy a ganar en esta nueva vuelta?”, agregó. Van der Bellen asumiría la presidencia el viernes, día en el que termina el mandato del actual mandatario austríaco, Heinz Fischer. Ante este nuevo escenario, las funciones presidenciales serán asumidas de forma interina por los tres presidentes del Parlamento austríaco, entre ellos el propio Hofer.

El penúltimo domingo de mayo, y a pesar de lo que pronosticaban todas las encuestas, Hofer perdió con 49,9% de los votos, frente a 50,3% que logró Van der Bellen. El Partido de la Libertad quiere centrar la nueva campaña en la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE). La formación ultranacionalista austríaca advirtió que quiere seguir el ejemplo británico y celebrar un referéndum en caso de que la UE no haga reformas en el plazo de un año, una propuesta osada que puede llegar a dividir a sus votantes.

Esta es la tercera vez que se repiten las elecciones en Austria, aunque las veces anteriores -en 1970 y en 1995- la vuelta a las urnas fue sólo de forma parcial y en algunas regiones. En ambos casos, también fue la extrema derecha la que presentó la impugnación ante la Justicia.