Los gobernantes de Alemania, Francia e Italia se reunirán hoy en la isla italiana de Ventotene para delinear el futuro del proyecto europeo, que ya no incluye a Reino Unido, que en junio decidió en un referéndum abandonar el bloque.
El objetivo de este encuentro es preparar el terreno para la próxima cumbre europea, convocada para el 16 de setiembre en Bratislava, la capital de Eslovaquia. Esa cumbre será clave para que el bloque determine qué pasos quiere seguir después de la salida de uno de sus principales integrantes. El primer ministro italiano dijo la semana pasada que ese encuentro servirá para superar los miedos tras el brexit y para “renovar” la UE.
Merkel y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ya habían dejado marcadas las líneas centrales que, a su entender, debe seguir la UE si no quiere fracasar, sobre todo en materia de crecimiento y seguridad, en una cena que ambos mantuvieron el jueves.
Las conversaciones que la canciller alemana liderará esta semana se centrarán en la reducción del desempleo y en las estrategias para impulsar el crecimiento económico, que se desaceleró en los países que integran la UE y se estancó en Francia e Italia, según datos de la agencia de noticias de noticias Reuters.
Merkel, Renzi y Hollande, que actualmente encabezan las tres economías más grandes de la UE, deberán llegar a un acuerdo sobre este último punto, ya que respaldan distintas soluciones. Francia apoya la propuesta de Italia de aplicar medidas expansivas antiausteridad, un punto por el que Merkel no ha mostrado mucha simpatía.
El otro gran eje de las conversaciones tendrá que ver con el manejo de la crisis de los refugiados, la amenaza terrorista y otros temas de seguridad interior y exterior, que planteará Hollande, teniendo en cuenta los últimos atentados yihadistas cometidos en su país. Los tres gobernantes analizarán la creación de un cuerpo europeo de guardia fronteriza y la puesta en marcha de un control de identificación sistemático de entrada y salida de personas en la UE, entre otros proyectos.
Renzi aprovechará, además, para recordar la Estrategia Global sobre Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea presentada por Federica Mogherini, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, un proyecto que en su momento no llamó la atención pero que podría hacerlo ahora, después de los últimos atentados en ciudades europeas. El primer ministro italiano también insistirá en que se analice su proyecto Migration Compact, que consiste en conceder fuertes ayudas a los países africanos de los que provienen los refugiados o que son transitados por ellos, a cambio de que estos ayuden a reducir los flujos migratorios hacia Europa. Esta propuesta ya cuenta con el respaldo del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
El encuentro con Renzi y Hollande será el primero de varios que mantendrá Merkel esta semana. El miércoles, después de su paso por Italia, viajará a Tallin, la capital de Estonia, el jueves a Praga, en República Checa, y el viernes a Varsovia, en Polonia. Ese día, la canciller alemana regresará a Berlín y recibirá a los primeros ministros de Holanda, Suecia y Dinamarca. El sábado, Merkel se reunirá con los jefes de gobierno de Eslovenia, Bulgaria, Austria y Croacia. “Se trata de impulsar una discusión amplia, con la participación del mayor número posible de actores que representen el mayor número posible de países europeos”, dijo el viernes el portavoz del gobierno alemán, Stefen Seibert, al presentar la agenda de Merkel para esta semana.