En una calle de Gaziantep, una ciudad turca cercana a la frontera con Siria, un grupo de personas se había reunido el sábado de noche a festejar un casamiento. Celebraban la “noche de la henna”, la última que la novia pasa en casa de sus padres, y cuyos festejos incluyen dibujos decorativos con henna en las manos y pies de algunos invitados, según informaron las agencias Efe y Reuters. La gente bailaba en la calle cuando el festejo fue blanco de un atentado con explosivos. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, comunicó ayer el saldo provisorio de víctimas: 54 muertos y 94 heridos, 17 graves.

Erdogan afirmó también que las investigaciones acerca del ataque indican que fue cometido por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y que fue un adolescente de 12 a 14 años quien llegó hasta el festejo con un chaleco con explosivos que detonó o fue detonado por otros. “Es cierto que últimamente se ha hablado de que EI tenía esa estructura o posición en Gaziantep. Se han hecho y se hacen varias operaciones intensas, y desde luego ahora nuestras fuerzas de seguridad continuarán con un trabajo todavía más intenso”, afirmó el presidente turco. “Para nosotros no cambia nada de dónde procede el terror”, dijo, y agregó que este puede provenir de EI, de los seguidores de Fethullah Gülen -el clérigo al que su gobierno responsabiliza de un intento reciente de golpe de Estado-, de la guerrilla del Partido del Pueblo del Kurdistán, o de las milicias kurdas que operan en Siria, cerca de la frontera. “Para nosotros todas son organizaciones terroristas”, concluyó, en una especie de repaso de los frentes de conflicto que tiene abiertos su gobierno.

El Partido Democrático de los Pueblos, una organización de izquierda pro kurda que es la tercera fuerza parlamentaria en Turquía, emitió un comunicado en el que informó que las dos personas que se casaban el sábado eran miembros de ese partido, y se refirió a la situación en Gaziantep. Según el texto, citado por Efe, los habitantes de la ciudad “han estado viviendo en un ambiente en el que los miembros de EI acumulaban armas y organizaban encuentros masivos”, y además existían indicios específicos de que el grupo yihadista se proponía “atacar bodas kurdas, pero no se tomaron medidas para prevenirlo”.

Tanto en Siria como en Irak milicias kurdas combaten a ese grupo islamista, y en Turquía la izquierda kurda ya fue blanco de varios atentados yihadistas. Uno de estos fue el cometido en Suruç, en julio de 2015, que mató a 32 activistas e hirió a más de 100, en un acto político en el que se llamaba a colaborar con la reconstrucción de Kobane, una ciudad siria disputada entre las milicias kurdas y las de EI. Otro ataque mató a más de 100 personas en octubre en una manifestación de activistas pro kurdos y sindicalistas en Ankara.

El atentado del sábado recibió la condena de los gobiernos de diversos países, así como de la Organización de las Naciones Unidas.