El presidente español en funciones y líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, se enfrenta hoy a la primera jornada de la sesión de investidura que podría desbloquear la situación política en la que está inmersa España desde diciembre. Sin embargo, las chances de que esto suceda son mínimas, porque Rajoy llega a esta instancia sin tener los votos necesarios para ser reelecto en el Parlamento.
Rajoy estaba convencido de que revertiría la situación durante la reunión que mantuvo ayer con el líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez. Pero Sánchez reiteró su rechazo a apoyarlo. “A nosotros nos votaron para cambiar al señor Rajoy y a sus políticas”, dijo el dirigente socialista después del encuentro, que duró apenas media hora. Sánchez agregó que si antes el PSOE tenía razones para votar en contra de Rajoy, después del acuerdo del PP con Ciudadanos, que ambos partidos ratificaron el domingo, “hay aun más”.
Ese día, Rajoy y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, volvieron a invitar al PSOE a formar un gobierno juntos. Rivera incluso aseguró que 100 de las 150 propuestas que contiene el acuerdo figuraban en el pacto que firmó con Sánchez en febrero. Pero para Sánchez, el pacto supone un programa de gobierno “conservador y continuista”, muy alejado de las propuestas de su partido.
Después de reunirse con Sánchez, el mandatario en funciones insistió en que “desbloquear no es apoyar, sino permitir algo tan razonable como que haya un gobierno”. También dijo que si no logra ser reelegido esta semana “seguirá intentándolo”, y agregó que el PSOE “tiene la llave” para sacar a España del bloqueo.
Si Rajoy es rechazado esta semana, se abre un período de dos meses en el que puede presentarse otro candidato o volver a postularse el mismo, según establece la ley española. En caso de que nadie sea elegido en ese tiempo, automáticamente se convocaría a nuevas elecciones, las terceras en un año, previstas para el 25 de diciembre.