A un año de las elecciones nacionales alemanas, se eligieron ayer el parlamento regional y el gobierno de la ciudad-estado de Berlín, donde votan dos millones y medio de personas. Los resultados fueron una señal de alarma para los grandes partidos políticos alemanes -el Partido Socialdemócrata (SPD) y la Unión Cristianodemócrata (CDU)- y un triunfo para el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
Este partido antiinmigrantes, fundado en 2013, logró ayer entrar en el parlamento regional berlinés, con 13,8% de los votos. De este modo, ya logró representación en los parlamentos de diez de los 16 estados que tiene el país, informó la agencia de noticias Efe. Su siguiente paso es conseguir en las elecciones de setiembre de 2017 lo que no pudo hacer en las de 2013: superar el 5% de votos necesario para entrar en el parlamento federal, el Bundestag. Las últimas encuestas concluyen que puede contar con eso.
Según resultados parciales, las elecciones de ayer en Berlín confirmaron en su cargo al alcalde-gobernador Michael Müller, del SPD, que fue el más votado, con 21,9%. Pero la caída en votos de los socialdemócratas y de su aliado en el gobierno de Berlín, la CDU (de la canciller alemana, Angela Merkel) que logró 17,7% de apoyo, los deja sin escaños suficientes para reeditar la coalición actual. El SPD y la CDU, que además son aliados en el gobierno alemán, perdieron ayer en Berlín 6% de apoyo cada uno con respecto a la elección anterior. Ahora el SPD podría optar por una alianza con el partido La Izquierda, que creció y obtuvo 15,6%, y con Los Verdes, que obtuvo 15,3%.