Ayer fue el Día de la Independencia de Brasil y, en paralelo, se desarrollaron actos por el Grito de los Excluidos, una marcha tradicional de los movimientos sociales que se presenta como contracara de la celebración oficial. El Grito de los Excluidos estuvo marcado por carteles que pedían la salida de la presidencia de Michel Temer, con el ya clásico “Fuera, Temer”, y la convocatoria a elecciones anticipadas. En los carteles que se veían en el acto también había reclamos específicos. Por ejemplo, los trabajadores rurales reclamaron que no se limiten los programas sociales dirigidos a desarrollar la agricultura familiar, una posibilidad que maneja el gobierno de Temer para reducir el gasto público, informó la cadena O Globo.

Las movilizaciones de ayer reunieron a unas 170.000 personas en 40 ciudades en todos los estados de Brasil, según informaron los grupos convocantes. Entre ellos figuran el Frente Pueblo sin Miedo, el Frente Brasil Popular y la Central Única de Trabajadores, pero en varios estados también convocaron organizaciones vinculadas a las arquidiócesis locales, como en Sergipe y Espirito Santo. Además, en las marchas participaron ex ministros de Rousseff y alcaldes del Partido de los Trabajadores.

Las movilizaciones de ayer fueron las primeras en las que se aplica un monitoreo del Ministerio Público Federal, ordenado por la Justicia, después de que se presentaran varias denuncias de malos tratos por parte de la Policía Militar a manifestantes. Ayer no estuvieron presentes en las marchas las tropas de choque de este organismo, que son las que reciben más denuncias de abusos.

La jornada también fue utilizada para manifestaciones de grupos favorables a las intervenciones militares en la política. En el desfile militar en San Pablo se pudo ver, entre el público, una bandera que decía: “Conservadores unidos para la salvación de Brasil. ¡Intervención militar ya!”. De la protesta contra el gobierno de Río de Janeiro fue expulsado un grupo de hombres cuyas remeras decían “Bancada militar”.

Ayer Temer participó en sus dos primeros actos como presidente y, tanto en el desfile militar por el Día de la Independencia como en la inauguración de los Juegos Paralímpicos, fue abucheado y hubo gritos de “Fuera, Temer”. En la conmemoración de la independencia, si bien se había anunciado que no habría limitaciones para quienes fueran a manifestarse en los alrededores del acto, una estudiante que estaba en un grupo de universitarios denunció que un Policía Militar les sacó una bandera de Brasil en la que estaba escribiendo la palabra “Golpe” y les advirtió que si intentaban protestar serían expulsados.

El gobierno minimizó las protestas que ocurrieron durante el desfile militar. “Son 18 personas en 18.000”, dijo el ministro de Presidencia, Eliseu Padilha, refiriéndose a cuántos protestaban entre el total de los presentes. El titular de la Secretaría de Inversiones, Wellington Moreira Franco, dijo que las protestas son “fruto de una política desesperada de quien perdió” y que “no preocupan” al gobierno.