El presidente argentino, Mauricio Macri, confirmó que su gobierno busca modificar la Ley de Migraciones para restringir el ingreso de extranjeros a Argentina. “Hoy, por inacción, por incapacidad, por negligencia, Argentina se convirtió en un país atractivo para el crimen organizado y no tan organizado [...]. No podemos permitir que el crimen siga eligiendo a Argentina”, dijo. Aseguró que Argentina buscará implementar un acuerdo con otros países de la región para verificar los antecedentes de los inmigrantes, porque “una persona que tiene antecedentes en su país no puede entrar”.

Además, criticó las demoras que tiene el sistema previsto en la legislación para expulsar a los inmigrantes condenados. “Si condenamos a un inmigrante y queremos reenviarlo a su país, no podemos tardar ocho años, tenemos que tener herramientas que nos permitan hacerlo mucho antes”, indicó. En agosto, el gobierno nacional firmó un acuerdo con la ciudad de Buenos Aires para construir el primer centro de detención de inmigrantes del país con el objetivo de combatir “la irregularidad migratoria”.

Este tema no es nuevo para Macri, que en 2010, como jefe de gobierno de Buenos Aires, responsabilizó de los delitos en territorio porteño a la “inmigración descontrolada”. En ese entonces, sus declaraciones generaron una protesta diplomática de la embajada boliviana y críticas de organizaciones civiles.