En una decisión inesperada, el gobierno de Donald Trump dispuso que Estados Unidos se retire de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Dijo que este organismo necesita una “reforma fundamental” y que tiene una “continua tendencia anti-Israel”. A su vez, Israel tomó el mismo camino y anunció que también se irá del organismo.

Fue la directora general de la UNESCO, Irina Bukova, quien hizo el anuncio de la decisión de Estados Unidos. Minutos después, el Departamento de Estado informó en un comunicado que la decisión “no se tomó a la ligera” y que “refleja las preocupaciones” de Estados Unidos por la situación de la UNESCO, en particular por “la necesidad de una reforma fundamental en la organización y la continua tendencia anti-Israel”.

La decisión fue interpretada como otra medida aislacionista del gobierno de Donald Trump, pero también hubo otras lecturas. Una de ellas indica que es un cachetazo a Francia, que tiene una candidata a convertirse en directora del organismo y que compite con un catarí en una apretada votación que tendrá lugar esta semana. Pero fue, sobre todo, una señal de respaldo para Israel, cuyo gobierno anunció, poco después, que también dejará la UNESCO.

En un comunicado emitido ayer y firmado por el primer ministro, Benjamin Netanyahu, se informa que este “ordenó a la cancillería que preparara la salida de Israel de la organización junto con Estados Unidos”. El gobierno israelí calificó de “valiente y moral” la salida de Estados Unidos de la UNESCO y consideró que el organismo se ha convertido en “un teatro del absurdo” que “distorsiona” la historia en lugar de preservarla.

Estas decisiones llegan después de que, durante años, tanto Israel como Estados Unidos se mostraran molestos con las decisiones de la UNESCO con respecto a Palestina y en particular al territorio palestino ocupado por Israel. En 2011 el organismo aceptó a Palestina como Estado miembro y el gobierno de Barack Obama decidió dejar de pagar los aportes que Estados Unidos hacia a ese organismo, por lo cual en 2013 se le retiró el derecho a voto.

Otras decisiones de la UNESCO que han sido rechazadas refieren al reconocimiento de espacios de la Explanada de las Mezquitas como palestinos o por su nombre en árabe. La última fue el reconocimiento como patrimonio de la humanidad de la Ciudad Vieja de Hebrón, territorio palestino en el que viven unos 800 colonos judíos.

Pese a su decisión de dejar la UNESCO, Estados Unidos pidió mantenerse como “observador permanente” de ese organismo para “contribuir” con sus “opiniones, perspectivas y conocimiento”. Por su parte, la directora del organismo lamentó “profundamente” la salida estadounidense y consideró que “la universalidad es esencial para la misión de la UNESCO y para construir la paz y la seguridad internacional”. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, también “lamentó profundamente” la decisión porque entiende que Estados Unidos se aparta del “gran papel” que ha tenido en la UNESCO desde su formación.

Se espera que hoy el gobierno de Trump anuncie otra decisión en la que también podría manifestar su respaldo a Israel. Según medios de comunicación estadounidenses, el presidente dará a conocer hoy su postura final con respecto al pacto nuclear que su país firmó en 2015 con Alemania, China, Francia, Reino Unido, Rusia e Irán, sobre el programa nuclear iraní. El propio Trump dijo en setiembre que ya había tomado una decisión sobre el futuro del acuerdo, pero no reveló cuál era.

De acuerdo con medios estadounidenses citados por la agencia de noticias Efe, Trump retirará al acuerdo su condición “de interés nacional”, algo que no implica su salida, sino una etapa de 60 días de revisión por parte del Congreso.