“En la política paraguaya tenemos que mirar al futuro. Si miramos al pasado vamos a tener motivos suficientes para lamentarnos todo el tiempo”, dijo el ex presidente de Paraguay Fernando Lugo. Es con esa intención de “mirar al futuro”, dijo, que su partido, el Frente Guasu, llegó a una nueva alianza con el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el principal de la oposición.

La última vez que esas organizaciones políticas se unieron, llevaron a Lugo al gobierno, en 2008. Pero su presidencia terminó antes de tiempo, cuando el PLRA y el entonces opositor Partido Colorado votaron en su contra en el Senado, en un cuestionado juicio político que terminó con su destitución. En su lugar quedó el vicepresidente Federico Franco, del PLRA. Pese a esos antecedentes, la coalición fue reeditada en setiembre y se inscribió formalmente el martes.

Está previsto que presente como candidato a la presidencia al postulante que surja de las internas del PLRA del 17 de diciembre. Competirán en esas elecciones cuatro dirigentes: el presidente del partido, Efraín Alegre, Carlos Mateo Balmelli, Martín Sannemann y Herminio Ruiz Díaz. Quien gane la candidatura llevará como compañero de fórmula al periodista de radio Leonardo Rubin, representante del Frente Guasu.

Con Rubin competía por la vicepresidencia Guillermo Ferreiro, propuesto por otro socio en esta alianza, Avanza País, la organización política liderada por el intendente de Asunción, Mario Ferreiro (tío de Guillermo) e integrada también por el senador Adolfo Ferreiro (padre de Guillermo), informó el diario paraguayo La Nación. La elección del candidato a vicepresidente quedó en manos del directorio del PLRA, que apoyó a Rubin por unanimidad.

El nombre que se atribuyó esta coalición, Gran Alianza Nacional Renovada, es casi tan explícito como su acrónimo: Ganar. Una vez más la oposición busca unirse para desplazar del gobierno al Partido Colorado, como en 2008, a pesar de sus diferencias internas: el Frente Guasú es de izquierda, Avanza País de centroizquierda, al igual que el Partido Democrático Progresista –que también se sumó a Ganar–, mientras que el PLRA se ubica a la derecha. “Es imposible seguir aguantando un régimen por cinco años más, y eso hace que la oposición esté unida en un proyecto electoral”, dijo Lugo, según citó la agencia de noticias Efe. A su vez, Alegre, al lanzar la alianza, dijo que se había dado un “paso fundamental” para “unir a todos los sectores democráticos detrás de una propuesta política clara, compartida, y detrás de un plan de cambio”.

Por entonces, Rubin también se refirió a ese cambio: “No nos vamos a olvidar de temas claves, de la juventud que está reclamando, de la deforestación inmensa que está viviendo el país, del medioambiente que se está destruyendo y nosotros lo vemos y no hacemos nada”.

Ganar postula candidatos comunes a la presidencia y la vicepresidencia, pero cada uno de los partidos que la integran llevan listas separadas al Senado, la Cámara de Diputados y el Parlasur. Según dijo Lugo, el Frente Guasu quiere que su nombre encabece la lista de senadores.

Con o sin Cartes

Por su parte, los colorados tienen dos precandidatos que competirán en las internas. Uno de ellos es Santiago Peña, el elegido del presidente Horacio Cartes y de su sector, Honor Colorado. Peña fue ministro de Hacienda del actual gobierno, después de haber trabajado en el Fondo Monetario Internacional y de haber integrado el directorio del Banco Central del Paraguay.

Su rival es el senador Mario Abdo Benítez, dirigente de Colorado Añeteté, el sector disidente de la línea del gobierno, que ha sido crítico con distintas iniciativas de Cartes y se ha enfrentado al oficialismo en diversas circunstancias. Por ejemplo, cuando Honor Colorado promovía la reelección presidencial. A este sector pertenecen, entre otros, el vicepresidente paraguayo, Juan Afara.

El martes, el precandidato disidente participó en un acto de campaña en Asunción, en el que aclaró acerca de sí mismo: “Quien crea que Mario Abdo Benítez va a ser presidente de la República del Paraguay para que nada cambie, que se prepare, porque vienen grandes cambios y un baño de moral y dignidad a la política paraguaya”. Ese mismo día, Cartes llamaba a la unidad de los colorados.

Al igual que Lugo, Cartes tiene previsto encabezar la lista de senadores de su partido, pero en su caso puede encontrar obstáculos. La Constitución paraguaya reserva a los ex presidentes un cargo de senador vitalicio, con voz pero sin voto, y se discute sobre si al dejar la presidencia pueden ocupar una banca común. Por eso no se le permitió al ex gobernante Nicanor Duarte ocupar el escaño que había ganado en la cámara alta en 2008. Ahora, como entonces, los constitucionalistas tienen posiciones distintas al respecto. Algunos consideran que para ejercer como senador electo, Cartes debería renunciar a la presidencia antes de que finalice su mandato, en julio de 2018.

“[Cartes] va a ser, Dios mediante, el senador más votado en la historia de Paraguay”, dijo Peña el martes, en la sede del partido. A su vez, Cartes presentó allí a su ex ministro como el “futuro presidente de la República del Paraguay”.