Después de festejar los resultados de las legislativas parciales del domingo, el presidente argentino, Mauricio Macri, dio una conferencia de prensa en la que reafirmó su rumbo político. Mientras daba indicios sobre sus planes de reformas, Macri habló de “felicidad”, “alegría” y “entusiasmo”.

“Acá estamos para ayudar a que todos los argentinos les vaya mejor, nos hayan votado o no. Esperemos que quienes no nos votaron también encuentren el lugar para entusiasmarse”, dijo Macri, un día después de que su partido ganara en varios de los distritos en los que había enfocado su campaña, entre estos el mayor del país, la provincia de Buenos Aires. “Argentina no tiene que parar ni tener miedo a las reformas, porque reformarse es crecer, evolucionar, progresar. Es algo que nos va a generar entusiasmo, alegría, nos va a llevar a vivir mejor y estar más felices”, agregó.

El presidente adelantó que intentará reducir el déficit fiscal para 2018. “Si uno no va a financiar el déficit con inflación, lo tiene que hacer con deuda y no podemos hacerlo eternamente, por lo que tenemos que avanzar en esta reducción gradual del déficit fiscal, que es un compromiso que asumimos el primer día”, dijo. Ese objetivo de reducir el déficit se reflejará en el presupuesto para 2018, y para ese año el gobierno se puso la meta de llevar la inflación a un dígito.

Durante la conferencia de prensa se le consultó a Macri si está en sus planes una reforma laboral, y aunque no dijo claramente que sí, el presidente dejó esa posibilidad abierta. Respondió que tiene previsto instrumentar cambios que generen más trabajo, porque hoy “prácticamente la mitad de los argentinos trabajan en negro”. Insistió en la necesidad de dialogar con “los distintos sectores y representantes del trabajo” y en que “estas reformas propicien más trabajo”. Para Macri, Argentina entra ahora en una etapa de “reformismo permanente”, que se va a implementar “con todo el gradualismo” que sea posible.

También se le consultó al presidente sobre la suba de los combustibles. Al comenzar octubre, el gobierno suspendió la política de acuerdo de precios que mantenía con las empresas petroleras. De esta forma, liberó los precios de los combustibles en el país, pero por entonces se hablaba de que existía un acuerdo tácito para que no subieran antes de las elecciones. Esas especulaciones parecían confirmarse ayer, cuando al día siguiente de la votación aumentaron cerca de 10% esos precios. “Justo ahora en el mundo el combustible aumentó, pero yo creo que va a volver a bajar”, dijo Macri.

También aludió a sus planes de promover una reforma jubilatoria, que se propone acordar para 2019 con “todas las fuerzas políticas”, informó el diario Página 12. “La reforma previsional es un debate en el mundo entero; tiene que ver con la evolución de la medicina y con el crecimiento de la población en términos de longevidad”, manifestó.

Para promover acuerdos en torno a sus reformas, según informó el diario Clarín, Macri convocará a legisladores, dirigentes sindicales, líderes de cámaras empresariales e integrantes del Poder Judicial.

Reforzado

El triunfo en el que se apoya Macri para impulsar sus reformas incluye un crecimiento de las bancadas de la alianza gobernante Cambiemos en las dos cámaras del Congreso. El 10 de diciembre, cuando asuman los legisladores electos ayer, Cambiemos y sus aliados contarán con 19 diputados más que los que tienen hoy, y pasaran de 89 a 108, de acuerdo con la agencia de noticias estatal Télam. El kirchnerismo y sus aliados perdieron bancas en la Cámara de Diputados y pasaron de 72 a 67. La caída del Frente Renovador, de Sergio Massa, fue mayor: de 37 a 27, mientras que el Frente de Izquierda mantuvo sus cuatro bancas.

De todos modos, el crecimiento de Cambiemos no fue suficiente para llegar al número clave de 129 diputados que le daría al oficialismo el cuórum para iniciar una sesión, incluso si la oposición se ausenta, y que le permitiría aprobar leyes para las que baste la mayoría simple.

En el Senado, de 72 escaños, Cambiemos creció en nueve, de 16 a 25, y no logró tampoco allí la mayoría simple de 37. Por su parte, el kirchnerista Frente para la Victoria perdió esa mayoría el domingo, al pasar de 41 a 32 senadores.

Varios dirigentes quedaron sin banca en el Congreso argentino. Uno de ellos fue Massa, que en 2013, en unas elecciones similares, fue el más votado de los candidatos a senador por la provincia de Buenos Aires.

Dos de las tres bancas al Senado por la provincia le corresponden a la lista más votada, Cambiemos, encabezada por Esteban Bullrich, que obtuvo 41,38% de respaldo. La tercera, le corresponde a Unidad Ciudadana, liderada por la ex presidenta Cristina Fernández, que reunió un apoyo de 37,25%. De este modo, Massa quedó afuera del Senado, y lo mismo le ocurrió a su aliada Margarita Stolbizer, líder de Gen y segunda en la lista de 1País, que recibió un apoyo de 11,32%.

Además de ganar en Buenos Aires, Cambiemos logró la mayoría en otras 12 provincias, mientras que el justicialismo ganó en nueve. En el caso de Salta, la derrota del peronismo a manos de Cambiemos motivó la renuncia de todo el gabinete del gobernador Juan Manuel Urtubey, que evaluará en cada caso qué funcionarios mantiene en su equipo.

En La Rioja, el justicialismo liderado por Carlos Menem, que fue el ganador en las primarias de agosto, esta vez quedó segundo. Si bien el ex presidente renovó su banca de senador, los otros dos escaños fueron para el macrismo, que también allí se impuso.