Lombardía y Véneto votaron a favor de una mayor autonomía, en dos referéndums consultivos que se celebraron el domingo. En ambas regiones, el triunfo del “sí” a obtener un mayor control fue aplastante: fue la opción elegida por 95,3% de los lombardinos y 98,1% de los vénetos. Los gobernadores regionales, los dos integrantes de la xenófoba Liga Norte, convocaron las consultas con el objetivo de recabar apoyo para negociar con Roma el traslado de competencias en materia educativa, medioambiental, de seguridad, migratoria y, especialmente, en el terreno fiscal. Esto último se debe a que las dos regiones, de las más ricas de Italia, quieren reducir su déficit fiscal, un monto que algunos informes sitúan en 63.607 millones de dólares para Lombardía y 21.202 millones de dólares para Véneto.
El lunes, el gobernador de Lombardía, Roberto Maroni, declaró iniciada “la partida” con el gobierno, después de mantener una “cordial” conversación telefónica con el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni. El lombardino adelantó ayer que pedirá al gobierno que le transfiera a su región 23 competencias autonómicas, que son todas las que permite la Constitución italiana tras la reforma de 2001.
En tanto, su par de Véneto, Luca Zaia, fue más allá y anticipó que solicitará para su región el llamado Estatuto Especial, aplicado en las únicas cinco regiones italianas que establece la Constitución: las islas de Cerdeña y Sicilia, el Valle de Aosta, Friuli-Venezia Giulia y el Trentino-Alto Adigio. Para cumplir con el pedido de Zaia, entonces, sería necesario llevar a cabo una reforma constitucional. Entre otras cosas, este estatuto da a las regiones la posibilidad de obtener un mayor porcentaje de gestión de los impuestos generados. Sicilia, por ejemplo, puede contar con el 100% de los impuestos y no tiene que devolver nada al Estado.
Después de las consultas del domingo, el gobernador de Liguria, Giovanni Toti, adelantó que también prevé convocar un referéndum porque “cada región tiene que decidir cuántos impuestos pedir a sus ciudadanos y cuántos de estos van al Estado”.
En la misma línea que sus vecinos, Toti abogó por implementar una reforma constitucional para “aumentar los márgenes de autonomía fiscal” y dar más competencias regionales en materia de infraestructuras, desarrollo económico y medio ambiente.