Desde hace una semana el Ejército de Brasil lleva adelante ejercicios militares en la Amazonia, en los que simula que reacciona a una situación de crisis humanitaria urgente, como si fuera necesario trasladar ayuda humanitaria o llevar tropas a la zona. Esa ha sido la información difundida oficialmente, aunque el comandante de logística del Ejército, el general Guilherme Theophilo, dijo en un video promocional que el ejercicio también busca “conseguir un control mayor en la región y adoptar una doctrina para combatir los crímenes transfronterizos”, principalmente el tráfico de drogas y de armas.

La particularidad es que Brasil invitó a otros países a participar en estos ejercicios, que se llevan adelante en Tabatinga, una localidad en el oeste del estado de Amazonas, a orillas del río homónimo, en la triple frontera de Brasil, Colombia y Perú, y terminan esta noche. Jerarcas militares han indicado a medios brasileños que la inclusión de Perú y Colombia obedece a que son los países vecinos, pero la participación de Estados Unidos ha sido más difícil de justificar, especialmente cuando dirigentes de izquierda, como el ex ministro de Defensa y Relaciones Exteriores Celso Amorim y el senador Lindbergh Farias, denuncian que se trata de una entrega de la soberanía y lo vinculan con la intención del gobierno de Michel Temer de compartir con este país una base militar ubicada en Alcântara, en Maranhão. Theophilo dijo a Agência Brasil que Estados Unidos participa en estos ejercicios debido a su “reconocida trayectoria en situaciones de emergencia”, y aseguró que las denuncias de que Brasil pierde soberanía o de que la presencia de Estados Unidos es un peligro para la seguridad nacional derivan de “teorías conspirativas”. Theophilo también indicó que estos ejercicios están basados en una acción similar que la Organización del Tratado del Atlántico Norte promovió en Hungría y que contó con la participación de varios países; esa experiencia derivó en la instalación de una base militar multinacional.