El presidente argentino, Mauricio Macri, está aprovechando también en clave de política interna el viaje que hizo a Nueva York, para buscar inversiones. Junto a él viajaron gobernadores, senadores y diputados opositores con quienes estuvo conversando acerca de las reformas que impulsa, con el objetivo de recabar apoyos por fuera de la coalición oficialista, Cambiemos. Las conversaciones y los encuentros informales sirven de previa a la reunión que Macri mantendrá mañana con los gobernadores, que ya tienen un documento en el que reúnen puntos que consideran conflictivos, informó el diario La Nación, que accedió al texto. Entre esos puntos están los cambios que el gobierno pretende hacer al pago por las jubilaciones que hacen las provincias y la modificación a la normativa de los acuerdos de participación público-privada.
Jerarcas del gobierno han manifestado que se verán obligados a aceptar modificaciones a los proyectos de reforma porque el oficialismo no cuenta con mayoría parlamentaria. La reforma prioritaria de acá a fin de año es la tributaria, pero el gobierno también pretende avanzar con la laboral y los cambios al sistema previsional.
Algunos puntos de la reforma tributaria interactúan con iniciativas de la la reforma laboral. En esta línea se incluye la creación de un mínimo salarial no imponible para los aportes patronales, que irá avanzando de forma progresiva hasta quedar en unos 24.000 pesos uruguayos en 2022.
Además, en un intento de incidir sobre el consumo interno, se modificarán los impuestos que pagan los productos cuando pasan de una a otra provincia. Por ejemplo, se eliminarán progresivamente el impuesto de 17% que se aplica sobre productos electrónicos y el de 10% que rige sobre automóviles y motos de baja gama. Como contrapartida, se duplicarán de 10% a 20% los que se aplican sobre autos y motos de lujo. Otra novedad que trae la reforma tributaria es la inauguración de un impuesto sobre las rentas financieras, de 15% para aquellas que son en dólares y de 5% para las que son en pesos argentinos. Por último, la reforma tributaria propuesta por el Ejecutivo se propone cobrarle impuestos a las plataformas de servicio radicadas en el exterior, como Netflix o Spotify, con un tributo de 21% que sería retenido directamente a los consumidores mediante las tarjetas que utilicen para hacer el pago.