“Exigimos al Estado parar el [artículo] 155 y la represión”, dijo ayer Marcel Mauri, el portavoz de la organización militante por la independencia catalana Òmnium Cultural, en una marcha que acompañó al paro convocado por organizaciones civiles. La medida contó con el respaldo de las principales centrales sindicales, que, sin embargo, decidieron no parar. La movilización reunió a decenas de miles de personas que reclamaban la liberación de los “presos políticos”, en referencia a los dirigentes sociales y políticos independentistas presos, y el fin de la “represión”.

La decisión de las centrales sindicales de no adherir al paro generó rechazo en algunas agrupaciones independentistas, que ayer abuchearon en la marcha al presidente catalán de la Unión General de Trabajadores, Camil Ros. La central que sí convocó al paro, la Intersindical-CSC, consideró que la jornada fue un “rotundo éxito” y que fue acatada por un “alto porcentaje” de trabajadores. En un comunicado, especificó que 80% de los trabajadores y estudiantes de la educación primaria, secundaria y terciaria adhirieron al paro, y que la venta en mercados agrícolas se redujo en el mismo porcentaje.

La movilización sirvió también para que la jornada de paro impactara en el transporte público en Barcelona. No sólo cortaron calles en la capital catalana y otras ciudades, sino también las rutas que permiten el ingreso y la salida a esta comunidad autónoma de España, y las vías férreas por las que viaja el tren de alta velocidad AVE.

La jornada de movilización fue celebrada en Twitter por partidos políticos y organizaciones sociales. Por ejemplo, la independentista Asamblea Nacional Catalana tuiteó: “Parece que hemos conseguido parar el país, ¿no? Seguimos movilizados por la libertad”. A su vez, el partido Candidatura de Unidad Popular escribió: “Hoy hemos parado en todo el país para cambiarlo todo”.

Por su parte, el gobierno español, que asumió las principales competencias del gobierno catalán, incluido el control de la Policía local, minimizó el impacto del paro. Un jerarca del Ministerio del Interior, Juan Antonio Puigserver, dijo que el acatamiento del paro ha sido “mínimo” y “residual” y que los servicios se estaban prestando “con absoluta normalidad” en toda Cataluña. Acerca de la adhesión en la educación, dijo que fue inferior a 31,5%, mientras la Policía local informó que la participación en la marcha fue de 25.000 personas, la mitad de lo declarado por los organizadores.