El mandato del presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, llegaba a su término hoy y se esperaba que el Parlamento lo renovara. Sin embargo, Barzani anunció que renunciaba y rechazaba la posibilidad de seguir en el poder.

Barzani abandona la presidencia porque la comisión electoral suspendió las elecciones parlamentarias y presidenciales que él mismo había convocado para hoy.

Unas horas después, en una tensa sesión, el Parlamento decidió que, de ahora en más, los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial asumirán las funciones de Barzani hasta que se celebren las nuevas elecciones, previstas para julio de 2018.

El mandatario deja su cargo en medio de la crisis que provocó la celebración del referéndum de independencia en setiembre, al que se oponían algunos partidos opositores kurdos y países como Turquía, Irán y Estados Unidos, además del propio gobierno de Irak.

En el discurso del domingo, Barzani aprovechó también para denunciar la campaña militar que las fuerzas iraquíes despliegan desde mediados de octubre en los territorios disputados con las tropas kurdas. En concreto, dijo que ya estaba “planeada” y que habría tenido lugar incluso si la consulta no se hubiera celebrado, en un intento de echar por tierra los argumentos de Bagdad. “Irak ya no cree en los derechos de los kurdos; está usando el referéndum de independencia como un pretexto para atacar a Kurdistán”, aseguró.

Barzani, de 71 años, ganó las elecciones kurdas en 2005 y en 2009. En 2013, su mandato fue prolongado por el Parlamento sin el respaldo en las urnas, una situación que esperaba repetirse hoy hasta que el líder cantó la retirada.