Fue enterrado ayer Santiago Maldonado. Había permanecido desaparecido durante 78 días, desde el 1º de agosto, hasta que su cuerpo fue encontrado en el río Chubut. El viernes se conocieron los resultados de los estudios forenses, que concluyeron que murió ahogado y con hipotermia. Ocurrió durante la represión policial contra una protesta mapuche en la que participaba.
El entierro contó exclusivamente con la presencia de los familiares y amigos de Maldonado, después de una ceremonia en la que participaron centenares de personas y organizaciones sociales que exigieron justicia. Si bien la autopsia confirmó que Maldonado se ahogó y no tenía señales de haber recibido golpes, sus familiares sostienen que si ingresó al río a pesar de que no sabía nadar es porque fue obligado por la persecución de la Gendarmería.
Todos los involucrados en la causa respaldaron los resultados de la autopsia; sin embargo, la familia considera que todavía quedan preguntas por responder. Por eso, después de que se dieran a conocer las conclusiones forenses emitió un comunicado en el que señala que “la verdad de cómo, cuándo y dónde falleció Santiago aún se desconoce”.
Poca información trascendió del entierro, pero sí se supo que terminó con un intercambio entre el padre Paco, que llevaba adelante la ceremonia privada, y los presentes: “¡Santiago Maldonado!”, “¡Presente!”, “¡Santiago Maldonado!”, “¡Presente!”, “¡Ahora!”, “¡Y siempre!”, “¡Ahora!”, “¡Y siempre!”.