El presidente de Brasil, Michel Temer, publicó una medida provisoria en una edición especial del Diario Oficial del martes, con la que modifica algunos aspectos de la reforma laboral, que entró en vigencia el sábado. Con esta medida provisoria, que es una especie de decreto, Temer incluye en esa reforma cambios que ya fueron acordados con la bancada oficialista del Senado pero que no cuentan con el aval de los diputados que responden al gobierno. Se llegó a esta situación porque la Cámara de Senadores no quería aprobar la reforma tal como llegó de la Cámara de Diputados, cosa que finalmente hizo a cambio del compromiso de Temer de que después introduciría estas modificaciones.

Cómo lo haría fue motivo de debate: mientras el presidente del Senado, Eunício Oliveira, pedía que los cambios se introdujeran utilizando una medida provisoria, el de Diputados, Rodrigo Maia, exigía un proyecto de ley. Con el camino elegido, los tiempos de debate parlamentario son menores –se esquiva que se estudie la iniciativa en una comisión– y la presión para que se apruebe es mayor, ya que las modificaciones entran en vigencia automáticamente y caen si la medida provisoria no es aprobada por las dos cámaras a los tres meses de su entrada en vigencia.

Consultado sobre cuándo someterá a votación este tema en la Cámara de Diputados, Maia no quiso comprometerse a hacerlo en los próximos tres meses, en lo que sonó como una amenaza al Ejecutivo de Temer. El presidente de la cámara baja pertenece al partido Demócratas, muy cercano al Partido de la Social Democracia Brasileña, que discute cuándo dejar el gobierno de Temer.

La medida provisoria enviada por Temer al Congreso modera algunos de los puntos considerados más radicales de la reforma laboral. Uno de ellos refiere a las mujeres que están embarazadas o amamantando, y establece que para que las primeras trabajen en ambientes insalubres –tal como permite la reforma– es necesario que entreguen una nota de su médico indicando que pueden hacerlo; a la inversa, las que estén amamantando y no quieran o puedan trabajar en esas condiciones –como también está previsto desde el sábado– deberán entregar una nota.

Otras modificaciones disponen que las empresas no podrán firmar contratos de exclusividad con los trabajadores autónomos y que los acuerdos para que la jornada laboral sea de 12 horas –seguida de 36 de descanso– sólo pueden alcanzarse en las negociaciones colectivas. Además, hay cambios que refieren a disposiciones que también habían sido criticadas, aunque de manera más leve, como que para pasar a un trabajador de dependiente a autónomo debe correr un período de 18 meses.