“La esperamos desde hace 40 años, la amamos y la vamos a esperar todo el tiempo necesario para que ella lo procese”, dijo ayer Elsa Poblete, una de las tías de la nieta recuperada 127, en una conferencia de prensa de Abuelas de Plaza de Mayo. Poblete fue una de las 15 personas que se presentaron como querellantes en una causa judicial por apropiación de bebés durante la dictadura argentina que condujo a la condena de varios represores, informó el diario Página 12. La búsqueda que llevó adelante su familia condujo esta semana a la aparición de su sobrina.

Ella nació en 1977 en el centro de detención y tortura que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), informó Abuelas en un comunicado. Es hija de María del Carmen Moyano y Carlos Poblete, militantes de la organización Montoneros, que fueron secuestrados en Córdoba, en abril o mayo de ese mismo año, y que siguen desaparecidos.

Al momento del secuestro, Carlos tenía 32 años y María del Carmen 23, y entre ocho y nueve meses de embarazo. Se habían conocido en la ciudad de San Juan, en la provincia del mismo nombre. Ella se había mudado allí, a la casa de un tío, después de que fuera allanada la suya, en el departamento de Godoy Cruz, en Mendoza.

María del Carmen había estudiado Farmacia y Bioquímica y enfocaba su militancia social en un barrio pobre, la villa San Martín, con un sacerdote que, al igual que ella, se sumaría después a la larga lista de desaparecidos. Carlos había estudiado ingeniería civil y los dos tenían varios hermanos, que hoy esperan conocer a su sobrina. “Tenés dos tíos y siete tías. Muchas primas que están en San Juan”, dijo públicamente Elsa Poblete, durante la conferencia de prensa de Abuelas.

Según informó esa organización, testigos vieron a la pareja en el centro de tortura conocido como La Perla, en Córdoba, y después María del Carmen fue trasladada a la Esma, donde nació su hija en un parto atendido por Jorge Luis Magnacco, un médico que fue condenado por varios casos de apropiación de niños. Una de las sentencias contra Magnacco establece que “actuó con conocimiento y voluntad de prestar una ayuda indispensable en un parto que culminaría con la sustracción del recién nacido y la desaparición forzada de su madre”. El miércoles 6, Magnacco fue excarcelado después de que la Justicia unificara sus condenas y concluyera que ya cumplió dos tercios de la pena.

La nieta 127 recuperó su identidad gracias a que en 2012 la organización HIJOS de Mendoza denunció casos de personas que eran posibles hijas de desaparecidos, entre ellos, el suyo. A partir de entonces, comenzaron a actuar la Unidad de Derechos Humanos de Mendoza y una unidad de la Fiscalía especializada en apropiación de niños durante la dictadura. Finalmente, la Justicia dispuso que se aplicara una prueba genética para determinar si esta persona, “anotada como hija propia de un matrimonio de esa provincia vinculado al terrorismo de Estado, era hija de desaparecidos”, informó Abuelas.

La organización manifestó su alegría por haber encontrado a la nieta 127, a quien espera “conocer pronto para acercarla a su historia y abrazarla en la verdad”.