Varios ex integrantes del Partido Democrático de Italia y otras agrupaciones de izquierda conformaron Libres e Iguales, un nuevo partido político que se presentó el domingo bajo el liderazgo de Pietro Grasso, presidente del Senado. El nuevo partido está integrado por agrupaciones de izquierda como el Movimiento Demócratas y Progresistas, Sinistra Italiana y Possibile, y, en total, cuenta con 73 representantes en ambas cámaras del Congreso.

Libres e Iguales presentará en las elecciones de 2018 una “nueva propuesta para el país”, a la que podrán unirse “quienes no se sienten representados”, dijo Grasso. El dirigente integraba el Partido Democrático, al que pertenece el ex primer ministro Matteo Renzi, quien ha sido acusado por sus correligionarios de tener actitudes autoritarias dentro de su organización política.

Renzi tuvo que renunciar a su cargo después de que los italianos rechazaran en un referéndum una reforma electoral que impulsó sin buscar el consenso con otros partidos. En una aparente crítica a él, Grasso dijo que “un proyecto basado en los personalismos no puede funcionar” y llamó a la “humildad” de los dirigentes políticos, especialmente a la hora de impulsar las reformas que “necesita Italia”. Además, advirtió que si los políticos se pierden “en polémicas estériles” no se logrará “afrontar los grandes desafíos del mañana”.

Además, Grasso llamó a los militantes a movilizarse, en particular a los jóvenes, a los que convocó a incorporarse con mentalidad de “radicalismo y ruptura”, y con “espíritu de servicio, la voluntad de participar en algo más grande que nosotros, la generosidad de hablarle a un pedazo del país que se alejó” de la política.

Grasso, de 72 años, también dijo que se proyecta como candidato a primer ministro en las próximas elecciones en un acto que contó con la presencia de Pier Luigi Bersani, ex secretario del Partido Democrático y actual líder del Movimiento Demócratas y Progresistas. Bersani dijo que la nueva formación tiene el objetivo de “combatir a la derecha regresiva”.

El líder de Libres e Iguales fue juez hasta 2012, año en el que se candidateó para el Senado por el Partido Democrático, y su trayectoria judicial le ha valido el apoyo de “juez antimafia”. Grasso no sólo dirigió varios juicios sobre delitos cometidos por la mafia, sino que además llegó a encargarse de la Dirección General Antimafia de Italia durante dos mandatos. Como legislador, respaldó un proyecto de ley que permite que las personas que estén en pleno uso de sus facultades mentales decidan qué procedimientos terapéuticos quieren recibir en una situación de eventual incapacidad. También se pronunció a favor de otorgar la ciudadanía a hijos de inmigrantes que cumplan determinadas condiciones, una iniciativa que se está debatiendo en el Senado italiano.

La nueva formación suma fragmentación a la ya dividida izquierda italiana, algo que no favorece sus posibilidades electorales. Esto se produce en un contexto particular: en las elecciones del año que viene entra en vigor una reforma que instala un sistema mixto, proporcional y mayoritario que hará muy difícil que un partido logre conformar un gobierno sin aliados y hará casi obligatorias las coaliciones. En su cuenta de Twitter, Renzi opinó que Libres e Iguales es “el enésimo partidito sin influencia” que va a “dividir y debilitar” a la izquierda.