La derecha chilena volverá al gobierno de la mano de Sebastián Piñera. El empresario de 68 años, que gobernó Chile de 2010 a 2014, volvió a ganar las elecciones como candidato de una alianza conservadora que abarca incluso a pinochetistas. En la segunda vuelta electoral de ayer obtuvo 54,6% de los votos y superó al candidato de centroizquierda Alejandro Guillier, que logró 45,4%, según el escrutinio primario del Servicio Electoral de Chile.

“Fue una derrota dura”, reconoció ayer Guillier, el candidato de la oficialista Nueva Mayoría, después de considerar que es necesario hacer una autocrítica dentro de la coalición que hoy gobierna Chile. “Mi rival supo recoger muchas de nuestras banderas”, agregó. Es que fue el candidato de la alianza conservadora Chile Vamos el que mostró más iniciativa entre la primera y la segunda vuelta incorporando nuevas propuestas al programa de gobierno que había presentado en octubre, inclinándose más hacia el centro político y captando votantes. Por ejemplo, hizo propuestas precisas para avanzar en la gratuidad de la educación para la formación técnico profesional de los estudiantes con menos recursos y dijo que modificará el sistema de retiro chileno, basado en las Administradoras de Fondos de Pensiones, para fortalecer su “pilar solidario”.

En votos, Guillier creció más que Piñera, pero no fue suficiente. El candidato de la Nueva Mayoría subió de 1,5 a 3,1 millones, mientras el postulante de derecha creció de 2,4 a 3,7 millones. A su vez, Guillier logró ganar en dos regiones del sur, Aisén y Magallanes, mientras que en la primera vuelta, el 19 de noviembre, Piñera ganó en las 15 regiones del país. Aun así, la victoria de Piñera fue contundente en la mayor parte del territorio del país, especialmente en algunas regiones del sur, que están marcadas por el conflicto con la comunidad mapuche.

Con estos resultados, el intercambio de la banda presidencial en Chile volverá a tener a Michelle Bachelet y Sebastián Piñera como protagonistas, por tercera vez consecutiva. Siguiendo la tradición, Bachelet llamó ayer a Piñera para felicitarlo y ambos desayunarán juntos esta mañana.

La ex candidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, también felicitó a Piñera y reconoció el esfuerzo de Guillier durante la campaña. Otros dirigentes de esa coalición de izquierda fueron más duros, como el diputado Gabriel Boric, que dijo en Twitter que Guillier “no se comprometió con transformaciones profundas”, que “la principal responsabilidad de su derrota es de quienes lideraron la campaña”, pese a lo cual “va a haber varios nuevomayoristas que tratarán de encontrar en el Frente Amplio una excusa a su fracaso”.

El cierre de la jornada estuvo marcado por el mensaje del ganador desde un escenario, rodeado de simpatizantes, que atravesaba la calle. Allí Piñera dio un discurso repleto de lugares comunes –“Tenemos fe en nuestro país, confianza en los chilenos y esperanzas de que juntos vamos a construir un mejor futuro”– y se comprometió a dar “lo mejor” de sí mismo para hacer de Chile “un país más libre, justo, solidario y fraterno”.

Sobre todo, Piñera hizo un llamado a la unidad. El presidente electo, que no contará con mayoría parlamentaria, dijo que sólo unidos será posible trabajar para “construir un mejor Chile”. En esta línea, anunció que quiere mantener reuniones con todos los ex presidentes y que va a proponer a todas las fuerzas políticas “grandes acuerdos para enfrentar y resolver los grandes problemas que aquejan a tantos chilenos”.

Por último, Piñera agradeció a su familia, su equipo, sus correligionarios, aquellos que los felicitaron y, también, a las fuerzas de seguridad de su país, a las que, dijo, ha visto “sacrificarse” para proteger a los chilenos, y a las Fuerzas Armadas, porque en situaciones de “adversidad” aportan “su esfuerzo, trabajo y compromiso”. Se despidió con las frases: “Que Dios bendiga a Chile y a los chilenos. Gracias, muchas gracias”.