“Instamos a los países que reconocen a Israel y que creen en la solución de los dos estados a defender y apoyar esta vía reconociendo al Estado de Palestina”, dijo Abbas en la apertura de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Agregó que esta solución “tiene que ser protegida ante cualquier intento de eliminarla o retirarla”.

Además, Abbas exigió a la ONU, específicamente al Consejo de Seguridad, que haga respetar la resolución adoptada en diciembre que establece que Israel viola la ley internacional con la construcción de colonias en territorio ocupado. El presidente palestino dijo que está en marcha una “escalada” por parte de Israel y subrayó la importancia que tiene para su país el respaldo de la comunidad internacional.

También rechazó las eventuales iniciativas unilaterales de “cualquier parte” y advirtió que el eventual traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén sería “una grave afrenta” para los palestinos. Recordó que estos reclaman a Jerusalén Este como la capital de un Estado palestino comprendido dentro de las fronteras establecidas en los acuerdos de 1967. La iniciativa de trasladar la embajada fue expuesta por el nuevo gobierno de Estados Unidos, liderado por Donald Trump.

Además, el presidente palestino criticó la ley aprobada en el Parlamento israelí que legaliza las colonias construidas en propiedad privada en territorios ocupados: “Legitima el robo y la ocupación de las tierras palestinas”. Abbas pidió que se establezca un calendario preciso para poner fin a esa ocupación. El gobernante reiteró su “llamamiento para que haya un régimen de protección para los palestinos, uno que garantizaría el fin de la violación de los derechos fundamentales, el fin de la confiscación de tierra y de agua subterránea, y la destrucción de vivienda”.

“Palestina seguirá siendo la gran prueba para este Consejo de Derechos Humanos, y su éxito al defender los derechos de los palestinos determinará la sustentabilidad de la defensa de los derechos humanos alrededor del mundo. No podemos fallar en esta prueba”, sentenció Abbas.

Este es uno de los primeros intentos de Palestina de ejercer presión en un ámbito internacional contra las últimas medidas del gobierno de Netanyahu. Desde la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos, Israel aprobó la construcción de más de 6.000 viviendas en territorio ocupado, además de la ley que mencionó Abbas, y se aleja cada vez más de la solución de los dos estados. Además, en una conferencia de prensa conjunta de Trump y Netanyahu, el presidente estadounidense dio a entender que él no está comprometido con la solución de los dos estados, sino con cualquiera que acuerden las partes. Al respecto, Abbas afirmó que una solución que no contemple dos estados “en esencia es una solución de apartheid, un acto que conduce al odio y la violencia”.

El respaldo de la administración Trump a las políticas impulsadas por Netanyahu llega a tal punto que evalúa retirar a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos, porque está de acuerdo con las críticas del gobierno israelí, que acusa al organismo de ser parcial en el conflicto con los palestinos. Acerca de esa posibilidad informó ayer el diario digital Politico, que citó a fuentes cercanas al presidente según las cuales esa opción está presente y recordó que el secretario del Departamento Estado, Rex Tillerson, ya se pronunció en contra de este organismo.

La última crítica desde Israel al Consejo de Derechos Humanos llegó ayer, cuando su embajador ante la ONU, Danny Danon, rechazó que haya recibido a Abbas. “No es una sorpresa que este consejo, que hace tiempo que se divorció de la realidad, haya elegido una vez más proveer una plataforma para las calumnias palestinas en nuestra contra”, protestó. “Es hora de que Abbas y los otros líderes palestinos entiendan que ha llegado una nueva era a la ONU, en la que los discursos e iniciativas unilaterales contra Israel no van a tener éxito”, dijo al diario Jerusalem Post.

Mientras tanto, en Israel, Netanyahu se reunió con la cúpula de su partido, Likud. Allí, el diputado Miki Zohar dijo que el país está frente a una “oportunidad histórica” para impulsar una solución que considere un Estado israelí pero no uno palestino, informó el diario Haaretz. Netanyahu dijo que el país tiene que tener claros cuáles son los límites, pero agregó que, con o sin acuerdo, con los palestinos “no hay otra alternativa para la seguridad de Israel que el control [militar] de Cisjordania”. Agregó: “Y si ellos dicen que eso no es acorde con la soberanía [palestina], lo lamento”.