La localidad francesa de Aulnay-sous-Bois, ubicada en el norte de París, es desde el sábado escenario de manifestaciones en solidaridad con Théo, un joven negro de 22 años que denunció haber sido golpeado y agredido sexualmente por funcionarios policiales. Durante las protestas fueron detenidas 30 personas por prender fuego decenas de autos y papeleras y dañar edificios.

En esa misma localidad fue detenido Théo el jueves de la semana pasada, en el marco de un control de drogas que realizaba una patrulla policial. Según relató el joven al canal BFM TV, cuatro funcionarios policiales salieron del auto y, sin darle explicaciones, lo detuvieron, lo insultaron -le decían “negro” de manera despectiva y “puta”-, lo golpearon y uno de ellos le introdujo una cachiporra en el ano y le causó heridas graves. Un rato después de que lo llevaran a la comisaría, Théo fue hospitalizado y operado de urgencia, y tendrá que hacer reposo durante dos meses.

El Ministerio del Interior francés informó que los cuatro funcionarios involucrados quedaron suspendidos inmediatamente, mientras se realiza la investigación. Uno de ellos está siendo investigado por violación y los otros tres enfrentan acusaciones de uso innecesario de violencia. La Fiscalía del caso calificó lo ocurrido de “violencia voluntaria con armas por parte de personas depositarias de la autoridad pública”, informó el diario Libération.

El presidente francés, François Hollande, visitó el martes a Théo en el hospital. El joven aprovechó la atención mediática de ese encuentro para hacer un llamado a sus vecinos de Aulnay-sous-Bois, a los que les dijo: “Amigos, paren la guerra, manténganse unidos”. En tanto, el primer ministro, Bernard Cazeneuve, prometió actuar “con la mayor firmeza” contra los acusados, en caso de que se confirmen los hechos denunciados.