El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nominó al juez conservador Neil Gorsuch para ocupar el puesto vacante en la Corte Suprema y aseguró que si los demócratas intentan bloquearlo apelará a una excepción parlamentaria para ratificarlo. Esta alternativa, que sólo puede ser activada por el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, cambia las reglas al requerir una aprobación por mayoría simple (50 de los 100 votos) y no absoluta (60). Los republicanos tienen una mayoría de 52 escaños en el Senado.
Trump hizo estas declaraciones luego de que algunos líderes demócratas pusieran en duda la elección de Gorsuch, un juez de 49 años que en el pasado se manifestó en contra del aborto y la eutanasia, y a favor de la pena de muerte, y defiende que los valores religiosos estén por encima de las normas legales. El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, prometió un debate “exhaustivo” sobre la nominación. “El juez Gorsuch tiene la responsabilidad de probar que su ideología y opinión legal no son extremas”, dijo Schumer en un comunicado en el que expresó “serias dudas” sobre el candidato de Trump, debido a su historial de “hostilidad hacia los derechos de las mujeres” y su interpretación “ideológica de la jurisprudencia”. Gorsuch es un defensor del “originalismo”, una doctrina judicial según la cual la Constitución debe interpretarse como lo harían sus autores del siglo XVIII.
Trump aseguró que su nominado “tiene extraordinarios conocimientos legales, una mente brillante y una tremenda disciplina”. Gorsuch, a su turno, prometió ejercer el cargo con “imparcialidad, independencia, compañerismo y valor”.
De ser confirmado, Gorsuch ocupará la vacante de Antonin Scalia e inclinará la composición de la corte a la derecha, una tendencia que se mantiene desde 1972.