“Presento mi renuncia irrevocable al cargo de vicepresidente de la República, la cual solicito se haga efectiva a partir del 21 de marzo de 2017”, dice la carta que Vargas Lleras presentó ayer ante el Senado. En el documento, el ahora ex vicepresidente explicó que la última reforma constitucional lo obliga a renunciar a su cargo un año antes si quiere presentarse a las elecciones presidenciales. Aunque todavía no la confirmó oficialmente, su candidatura es, desde hace meses, un secreto a voces en Colombia.

El líder de Cambio Radical aprovechó además para hacer un repaso de sus 31 meses al frente de la vicepresidencia, y agradeció su apoyo al presidente Santos. Algo similar hizo el miércoles, en el acto de despedida en el que anunció que dejaría el cargo.

En ese acto participó también el presidente, que agradeció a Vargas Lleras por su labor en el gobierno, le deseó “todo lo mejor” y lo condecoró con la Cruz de Boyacá por su servicio al país. La presencia de Santos fue percibida como un último gesto de acercamiento entre los dos dirigentes, que mantienen una relación tensa desde que se firmaron los acuerdos de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Durante las negociaciones, Vargas Lleras -que también fue ministro del Interior y de Vivienda- no marcó una postura clara a favor de los acuerdos.

Tal vez por eso el mandatario eligió para sustituirlo a Naranjo, que, además de haber sido director de la Policía durante más de tres décadas, fue negociador en el proceso de paz con las FARC. El Parlamento colombiano tiene ahora diez días para evaluar si lo acepta para ocupar el cargo.

Todo indica que el ex vicepresidente tiene chances de cara a las próximas elecciones colombianas. En los últimos años, Vargas Lleras se dedicó a recorrer el país impulsando la construcción de carreteras, acueductos y viviendas para familias de pocos recursos, lo que le permitió alcanzar una alta popularidad, según muestran los sondeos de opinión. Con esta estrategia pudo acercarse a las regiones más marginadas del interior del país, a las que la mayoría de los candidatos a la presidencia no suele acceder.

La renuncia de Vargas Lleras abre las puertas para que el resto de los partidos presenten a sus candidatos. Es posible, según dan a entender declaraciones de distintos dirigentes, que esta vez los partidos que integran la actual coalición de gobierno, Unidad Nacional (Partido de la U, Partido Liberal, Cambio Radical, Opción Ciudadana) presenten candidatos por separado. Si bien Santos, del Partido de la U, no puede respaldar públicamente a un aspirante de su organización política, muchos analistas creen que optará por un líder que se comprometa abiertamente y de forma incondicional a implementar el pacto de paz con las FARC. Por el momento, dos dirigentes de las filas de Santos manifestaron sus intenciones de postularse. Se trata del senador Roy Barreras y de Juan Carlos Pinzón, que en unos días presentaría su renuncia como embajador de Colombia en Estados Unidos.

El primer partido en confirmar a su candidato fue el izquierdista Polo Democrático Alternativo, que eligió en febrero al senador Jorge Enrique Robledo. Por el Partido Liberal, se espera la confirmación de Humberto de la Calle, que fue el jefe negociador del gobierno en el proceso de paz con la guerrilla.

El Centro Democrático del ex presidente Álvaro Uribe tiene tres posibles candidatos: el ex ministro Carlos Holmes y los senadores Iván Duque y María del Rosario Guerra. Es el único partido que podría revertir el proceso de paz en caso de llegar al gobierno. En tanto, las FARC tendrán que formar su partido político antes de 2018, pero no presentarán un candidato.