Islandia se convertirá en el primer país en exigir a las empresas que paguen lo mismo a trabajadores y trabajadoras que se desempeñan en el mismo cargo. El gobierno islandés anunció la semana pasada que presentará un proyecto de ley creando un certificado especial que demuestre que una empresa paga lo mismo a todos sus trabajadores, sin importar su género, raza, sexualidad o nacionalidad. Este certificado será exigido a todas las empresas, públicas o privadas, que tengan más de 25 empleados.

El sistema que el gobierno propone instalar se está aplicando en modo de prueba en algunas empresas desde hace años. El Ministerio de Bienestar, en conjunto con sindicatos, cámaras empresariales y organizaciones feministas, empezó a trabajar en 2008 en una forma de promover la igualdad salarial dentro de las empresas, y en 2009 esta tarea pasó a ser liderada por el Ministerio de Igualdad y Asuntos Sociales, creado ese mismo año. En 2012 fue instaurado el Sistema de Gestión de Salario Igualitario, en el marco del cual la cartera colabora con las empresas para que revisen su estructura y verifiquen si no están pagando salarios distintos de forma discriminatoria -por ejemplo, por género o raza- y las ayuda a hacer las modificaciones necesarias para igualarlos. Hasta ahora, las empresas podían solicitar el sistema de forma voluntaria. Si el proyecto gubernamental es aprobado, su aplicación pasará a ser obligatoria.

“Es el momento de hacer algo radical sobre esta cuestión”, dijo el ministro de Igualdad y Asuntos Sociales, Thorsteinn Viglundsson. “Tenemos que asegurarnos de que hombres y mujeres gozan de igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo, y es nuestra responsabilidad tomar todas las medidas para lograrlo”, agregó. El gobierno islandés tiene como objetivo que para 2022 deje de existir la brecha la brecha salarial entre hombres y mujeres.

Islandia ocupa el primer lugar en la lista de igualdad de género que publica anualmente el Foro Económico Mundial junto a un informe mundial sobre la brecha de género. En ese país la lucha por la igualdad de género no ha sido impulsada sólo por los movimientos feministas o el gobierno, sino también por los sindicatos y las cámaras empresariales, dentro de los cuales hay comisiones destinadas exclusivamente a este tema. Sin embargo, las mujeres islandesas todavía ganan entre 14% y 18% menos que los hombres desempeñando las mismas tareas, y dirigen sólo 22% de las empresas.