El mayor partido de la oposición en Paraguay, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), se propone lograr en las elecciones de 2018 lo mismo que diez años antes: formar una alianza que le permita desbancar del poder al Partido Colorado. Al igual que aquella vez, en la que el PLRA ganó las elecciones en coalición con el Frente Guasú del ex presidente Fernando Lugo, se encamina a buscar un acuerdo electoral. Para definir cómo hacerlo, la dirigencia votó el sábado en una convención en la ciudad de Coronel Oviedo.

La mayoría de los dirigentes se inclinó por que el PLRA se presente a las elecciones de 2018 en una alianza que sea liderada por un candidato liberal. La alternativa a esta propuesta que se conoció como la “alianza” era la “concertación”, que promovía un acuerdo entre varios partidos y dejaba abierta la posibilidad de que el candidato a la presidencia proviniera de afuera del PLRA. Esta opción era identificada con una nueva candidatura de Lugo. Por eso uno de los argumentos en su contra señalaba que el ex gobernante sólo podría postularse si se modifica la Constitución y se habilita la reelección presidencial, como quieren el Frente Guasú y el Partido Colorado (en su caso para postular en 2018 al presidente Horacio Cartes).

El sábado el PLRA no sólo optó por prescindir de Lugo como candidato, sino que también ratificó su postura contraria a la reelección. A quien apoye en el Parlamento un proyecto para habilitarla se le impedirá postularse a cargos legislativos por el PLRA durante un período de diez años, según se aprobó en el encuentro. De este modo, la convención, que es uno de los órganos consultivos del partido, se alineó con la posición del directorio liberal, contraria a la reelección.

Las dos posturas que se enfrentaban el sábado respondían a dos liderazgos dentro del PLRA: la que ganó, al de Efraín Alegre, el presidente del partido, y la otra, a la disidencia encabezada por Blas Llano. Los partidarios de Llano habían anunciado que no se dejarían “avasallar” en la convención, y durante el encuentro, integrantes de los dos bandos se enfrentaron a golpes y se tiraron por la cabeza las sillas de plástico que había allí. Mientras votaban, algunos convencionales pidieron disculpas por lo ocurrido. El lunes, Llano aclaró que la discusión no está cerrada: “Nosotros vamos a seguir peleando dentro y fuera del partido”.