El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuvo que reformar su plan migratorio después de que, hace tres semanas, la Justicia lo considerara inconstitucional. Desde ese día, el mandatario y su equipo trabajan en una nueva versión, de la que sólo se conocen borradores. Algunos medios estadounidenses, como Politico y The Washington Post, habían adelantado que la orden sería aprobada ayer, pero finalmente el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que la firma del veto migratorio no iba a tener lugar, sin dar detalles sobre una posible fecha. “No estamos ahí todavía”, dijo.

El primer plan que aprobó Trump en materia de inmigración prohibía temporalmente la entrada a ciudadanos de siete países (Irak, Irán, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen) y suspendía el programa de acogida de refugiados. Pero un abogado denunció que la norma iba contra la Constitución estadounidense y, después de una pulseada en los tribunales, el veto finalmente fue bloqueado, por lo que el gobierno propuso redactar otro proyecto.

La semana pasada, el Departamento de Seguridad Nacional divulgó borradores con pistas sobre cuáles serán las nuevas pautas del control migratorio en el país. De los documentos se desprendía que Trump pretende perseguir a los inmigrantes indocumentados que hayan sido condenados por crímenes violentos, como había prometido durante la campaña, pero también a aquellos que hayan sido acusados de delitos, aunque no se los haya condenado, y a quienes hayan “abusado” de los beneficios públicos.

Según el borrador, también podrían ser deportados quienes fueran considerados por el funcionario de turno un posible “riesgo para la seguridad pública y la seguridad nacional”. El plan proponía, a la vez, acelerar las llamadas “deportaciones inmediatas”, que ocurren apenas las autoridades constatan que la persona no tiene papeles, y la devolución automática de los inmigrantes que son interceptados tratando de cruzar la frontera con México de forma ilegal.

Esta semana, los medios habían adelantado que uno de los cambios que tendrá el nuevo plan es que, a diferencia del primero, no incluirá a los ciudadanos de los países señalados que tengan residencia permanente en Estados Unidos o que ya tengan visa. Otra modificación es que el veto no entrará en vigor de inmediato, para evitar la confusión que provocó la puesta en marcha de la primera versión, a fines de enero.

La inmigración fue uno de los temas a los que más se refirió Trump el martes de noche, durante su primer discurso ante el Congreso como presidente. “Creo que una reforma migratoria real y positiva es posible, siempre y cuando nos centremos en los siguientes objetivos: mejorar la calidad de los empleos y los salarios de los estadounidenses, reforzar la seguridad de nuestra nación y restablecer el respeto a nuestras leyes”, dijo el republicano. Insistió además en que el sistema migratorio de Estados Unidos debe estar basado en el mérito de las personas que deciden vivir en el país.

Por otro lado, Trump aseguró que las “fuertes medidas” que propone su administración son pensadas para proteger al país “del terrorismo islámico radical”. En ese sentido, prometió que las nuevas normas “mantendrán afuera” a las personas que podrían “hacer daño” y dijo que su gobierno está trabajando en la mejora de los procedimientos de investigación de antecedentes. Para argumentar sobre este punto, citó datos ofrecidos por el Departamento de Justicia que muestran que “la gran mayoría de los detenidos por delitos relacionados con el terrorismo desde el 11 de setiembre [de 2001] procedían de fuera del país”. Agregó: “No podemos permitir que se forme una avanzada de terrorismo dentro de Estados Unidos. No podemos permitir que nuestra nación sea un santuario para los extremistas”.

Sobre la crisis de refugiados, el presidente afirmó que “la única solución a largo plazo” es “crear las condiciones para que las personas desplazadas puedan regresar a salvo a sus hogares y empezar un largo proceso de reconstrucción”. Habría que ver cómo lo logra si decide finalmente recortar el presupuesto del Departamento de Estado y los programas de su país en el exterior, como anunció el lunes. También propuso la creación de “zonas seguras” en Siria para que sus ciudadanos no se desplacen a otros países al huir del conflicto, en el marco de un plan más grande que incluye una ofensiva agresiva contra el grupo yihadista Estado Islámico y la concreción de acuerdos con Rusia, aliada del presidente sirio, Bashar al Assad.

En tanto, en un encuentro privado que mantuvo con la prensa más temprano, Trump dijo que está “abierto” a tratar el tema de los jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños, y a hacerlo “por separado” del resto de los inmigrantes, con una “política específica” para ellos.