Todavía no se sabe públicamente su nombre, pero ayer se dio a conocer su origen. El nieto 122 tiene 40 años, dos hijos, no vive en Buenos Aires y pidió “reserva y tiempo” mientras asimila su nueva identidad. Así dijo ayer la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en una conferencia de prensa en la que presentó los detalles de la restitución del hijo de Enrique Bustamante e Iris Nélida García Soler, militantes del grupo Montoneros desaparecidos en 1977.

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo relató cómo fue el recorrido “de encuentros y desencuentros” que terminó con la recuperación de este nieto. Bustamante y García Soler fueron secuestrados en enero de 1977 y recién en 2010 el Banco Nacional de Datos Genéticos tuvo la información necesaria para recuperar la identidad de su hijo. Uno de los principales obstáculos en la búsqueda fue que Bustamante no estaba denunciado como desaparecido. Su caso recién pudo incorporarse al Banco de Datos cuando una ex presa política confirmó que había estado detenida junto a los dos padres en el centro clandestino de detención Escuela Mecánica de la Armada (Esma). Allí nació el nieto 122, dijo Carlotto.

En 2010 una prima de Bustamante pidió información sobre él a la Secretaría de Derechos Humanos, y recién entonces el Banco de Datos pudo seguir con el caso. “Esto confirma que son 30.000 o más los desaparecidos”, dijo ayer Carlotto, en una respuesta directa a los funcionarios del gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, que han puesto en duda la cifra oficial de desaparecidos. Agregó que este caso “es la muestra de que los juicios han sido y siguen siendo una herramienta fundamental y que el Estado debe acompañar con políticas públicas el proceso de memoria, verdad y justicia”.