La evacuación de miles de personas de las localidades sirias de Al Fua, Kefraya, Madaya y Al Zabadani fue interrumpida el sábado por una explosión que provocó la muerte de 126 personas y dejó decenas de heridos, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una organización civil opositora con sede en Londres.

Una camioneta, supuestamente cargada con ayuda humanitaria, que en realidad llevaba explosivos, chocó contra una de las caravanas, formada por 75 ómnibus, y explotó, de acuerdo con lo relatado por testigos a la agencia de noticias AFP. La mayoría de los muertos eran residentes de las localidades chiitas Al Fua y Kefraya, controladas por el gobierno sirio, aunque también había combatientes de la oposición armada que protegían la evacuación, así como voluntarios de la Media Luna Roja, dijo el observatorio.

Por el momento nadie reivindicó el atentado. Pero el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio acusó a “los terroristas” -en referencia a los opositores armados- de cometer ese acto “atroz y criminal” con el objetivo de matar al mayor número de niños, en dos cartas enviadas a la Organización de las Naciones Unidas. En tanto, grupos opositores culparon al gobierno. El Ejército Libre Sirio dijo en un comunicado que la responsabilidad es “del régimen y sus socios”.

El acuerdo para el traslado de la población de estas cuatro localidades fue alcanzado en marzo con la mediación de Irán, aliado del gobierno, y de Catar, que apoya a la oposición, aunque no había podido ponerse en marcha hasta ahora. Ayer se desconocía si se dará continuidad a esos traslados de civiles después de este ataque.