El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva declaró ayer durante cinco horas ante el juez Sérgio Moro por un caso de corrupción relacionado con el escándalo de la petrolera estatal Petrobras. Lula fue llamado a declarar por la supuesta propiedad de un apartamento que figura en los registros a nombre de la constructora OAS, una de las implicadas en la red de corrupción. La Fiscalía sostiene, sin embargo, que el verdadero propietario sería Lula, que lo habría recibido a cambio de “favores” hechos a esa constructora.
La llegada del ex presidente al juzgado federal de Curitiba, donde prestó declaración, estuvo rodeada de un gran dispositivo de seguridad, con la presencia de 3.000 funcionarios policiales. Un día antes, la Policía había establecido un perímetro alrededor del tribunal, que ya la noche anterior estaba rodeado de carpas instaladas por simpatizantes del dirigente del Partido de los Trabajadores.
Los medios brasileños estiman que cerca de 10.000 personas se concentraron ayer en la plaza Santos Andrade para manifestar su apoyo a Lula. En otra zona, otro grupo de personas, notablemente más pequeño, se reunió para manifestar su rechazo al ex presidente y su apoyo a Moro, que les había pedido que no se concentraran en las afueras del juzgado para evitar choques entre unos y otros. Según la Secretaría de Seguridad Pública regional, más de 120 ómnibus llegaron a Curitiba ayer, en su mayoría para expresar su apoyo al ex mandatario.
Lula, que podría ser investigado por seis causas más, acusa a Moro de emprender una persecución política en su contra para impedir su candidatura a las elecciones presidenciales de 2018, para las que lidera todas las encuestas de intención de voto.
“Estoy vivo y preparándome para volver a ser candidato a la presidencia de la República”, dijo ayer Lula ante miles de seguidores, en un breve discurso que dio al salir del juzgado. “Estoy con más ganas que nunca”, afirmó, acompañado de la ex presidenta Dilma Rousseff.
“Si la elite de este país no sabe arreglar este país, entonces un metalúrgico con estudios primarios va a hacerlo”, agregó Lula. El dirigente reiteró que es inocente, y dijo que respeta “las leyes y la Constitución y la Justicia” y que quiere “ser juzgado con pruebas”.